jueves, 25 de noviembre de 2010

Cansancio


El reloj frenéticamente sigue corriendo mientras la velocidad va en aumento. La aceleración contaste parece hacer pasar desapercibido todo, hasta los detalles más importantes.
Los ojos están abiertos hace muchas horas, ya hasta se olvidaron de parpadear, arden, pero siguen ahí abiertos como dos bolitas de cristal.
Sabe lo que necesita, pero no encuentra ni el lugar, ni el momento donde hacerlo.
Es cuando se cierran las puertas, cuando no alcanza la billetera y sobretodo cuando la cabeza, extiende un brazo, cuan peatón para un taxi, y esgrime a modo de ayuda el grito de para acá, me quiero bajar.
Ya van casi 14 horas seguidas de sueños entremezclados con la ansiedad de despertar y terminar todo lo pendiente. La realidad tan ficticia que se entrevera con el sueño tan real.
La idea de cerrar todo aquello que en determinado momento se convierte en una mochila, la cual lo aprisiona y convierte a algo de todos los días en un monstruo que no para de castigar al cuerpo y sobretodo a la cabeza.
Sus manos no dejan de tipear al ritmo del persistente tictac del reloj que comienza a carcomer los nervios, parece burlarse y hacer que el tiempo sea siempre el mismo,16: 05;tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac ; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac ,16:08; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac ; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac; tic tac tic, tac, tic, tac, tic tac ,y en ese molestísimo momento donde el cuerpo se desalinea, los ojos continúan fijos, suena el celular, una vez más con una grandiosa noticia, pero que con su interferencia antes de escucharla, lo toma y lo arroja con una violencia descomunal contra la pared y estalla en mil pedazos.
Él queda ahí sentado, ya sin tipear, sin oír, aún sin parpadear, su corazón late mas tranquilo al compás del tic tac, tic tac, tic tac, tic tac, 16:10. Y el cansancio todavía sigue ahí.

domingo, 14 de noviembre de 2010

Solo escribo

Miles de personas caminado al mismo tiempo por las distintas veredas del mundo. Geniales ideas combinadas para mejorar el bienestar del ser humano a cada segundo. Arduas cabezas que se expanden a través de ideales que buscan concientizar a otros a perseguir los mismos fines.
Millones de personas mirando el cielo antes de subirse a un avión para emprender un viaje, con cientos de diferentes destinos.
Manos que acarician un instrumento para acompañar letras dedicadas a ser oídas por aquellos amantes de la música.
Incontables pies que bailan al ritmo de cientos de miles de compases distintos, sin darse cuenta que ayudan al mundo a continuar girando.
Intrépidos estrategas congeniando planes de invasión, malignos propósitos de guerra y nefastos intentos por conquistar aquello que no saben dominar y no pueden entender.
Miles de carteles expresando ideales, broncas, carteles de regocijo, implorando justicia, pidiendo perdón, felicitando, agradeciendo en innumerables idiomas, alrededor del planeta.
Múltiples utópicos mirando las estrellas imaginando su futuro, repensando su pasado y planteándose aquellas dudas existenciales sobre su presente.
Horas de cámara corriendo a través de una cinta peleándose por querer dejar en la historia la película mejor contada.
Millones y millones de lagrimas corriendo sobre una mejilla, asegurando la eternidad de los mares y envidiando la luz que irradian otro sin número de sonrisas que iluminan la cara de aquellos que viven felices momentos, en este preciso instante.
Seres humanos respirando profundamente, todos a la vez, robándole el aire a la atmosfera para devolverlo milésimas de segundos después y hacer girar la tierra, incontables número de acciones que dan curso mientras, cientos de relaciones comienzan, miles de manos que se estrechan, millones de bocas que se besan, incalculables, mientras yo sentado frente a la compu, extrañando, solo escribo.

jueves, 28 de octubre de 2010

Ratitos de felicidad



Ibas y venias acariciando el tibio aire de noviembre. El sol sonrojaba tus mejillas mientras corrías sin importar el tiempo, sin importar el lugar.
Te secaba la transpiración mientras me estirabas tus regordetas manos para ir a jugar. Corríamos juntos detrás del perro, entre ladridos y carcajadas, nos divertimos juntos.
Dando vueltas al mundo, los minutos pasan y a cada instante tu sonrisa hacia que la mía fuese más grande.
Me mirabas con tus ojos de nene, mientras esperabas que me sorprenda mientras elaboras una más de tus tantas piruetas.
Me siento sobre el pasto y abro bien los brazos, esperando nuestro momento, me ves desde la calesita, sonreís y corres desaforado hacía mí, tres pasos antes de llegar, saltas desde el suelo y me abrazas en el aire, llevándome hacía el suelo, donde nos fundimos en el más tierno de los abrazos. Ahí los dos en el pastos mostrando los dientes al cielo, dejándonos llevar por lo que vida nos enseño a ser.
De a poco el sol va cayendo detrás de las casas, empujo tu espalda y parece que queres tocar el cielo ahí alto en la hamaca. Tu cabeza transpirada y tus manitos sucias de jugar, tu mirada tierna de nene que cree que puede volar, de la mano de su papá, este pequeño grandulón que ve en su hijo el mejor de sus logros, la persona más querida, el ser más inteligente, el más lindo, el que espera otra vez, extender sus brazos y poder soñar, jugar en el parque y compartir esos ratitos de felicidad donde sobran los abrazos y los besos, donde se hace realidad mi más profundo sueño que hiciste realidad. Ser Papá.

lunes, 18 de octubre de 2010

Un guiño al hombre que vive solo...


Él abrió la puerta y clavo sus ojos en ella, él no podía creer su hermosura.
Nunca se sintió tan afortunado.
Hacia tiempo había decidido irse a vivir solo, llevaba una vida demasiada tranquila dividida entre el trabajo y sus libros.
Él se sentaba durante largas horas a leer, frente a la ventana, luego de cada jornada laboral.
Hacia eso para no gastar, era un hombre super cauto con sus financias, pero ahora, no siempre había sido así.
Estaba con la soga al cuello, ahorcado por deudas de gastos innecesarios que decoraban su casa y le daban estilo, su economía hacia un tiempo había presentado quiebra.
Esa noche él no podía creerlo, cuando la vio ardió en deseo, su figura ahí detrás de la puerta como queriendo esconderse.
Sus curvas al pasar sus dedos por encima de ella derretían el hielo y a él se le hacia agua la boca.
Nunca pensó encontrarse con algo así, sentía que era mucho para él en ese momento tan particular de su vida, pero no dudo.
Al verla ahí detrás de la puerta, su sonrisa mostró sus blancos dientes y se sintió feliz, por un momento dejaba los libros, y al ruido de su barriga. Salto de felicidad frente a ella, sin miedo al ridículo.
Se había sentido solo, casi desamparado con una sensación que lo llenaba de culpa por no haber hecho bien del todo los números en su debido momento.
Él abrió la puerta, el encontró lo que quería, seguramente pensó, no es definitivo, pero es algo.
Él abrió la puerta de la heladera como todos los días sin encontrar nada.
Abrió el freezer y entre hielos encontró una carnosa milanesa que le había quedado desde hacía un tiempo guardada ahí en una bolsa de las encomiendas que mes a mes le mandaba su madre. Frente a tal hallazgo, fue feliz, sabia que esa noche no debería leer para disimular el hambre, sino que lo esperaba en la mesa una rica milanesa y un guiño de ojo a su pasajero hambre.

viernes, 15 de octubre de 2010

El último trago



El silencio se había adueñado de la habitación, su ultimo grito le desgarro la garganta y ya no podía hablar. El sabor a sangre en su boca lo ponía en el lugar que quería estar, ahí sin compañía, sin ruidos, sin Dios.
Cerraba las persianas para que el sol no lo invada, en un negro total miraba como el humo del cigarrillo garabateaba en el aire.
Sus manos sujetaban fuertemente su cara, hasta doler, la saliva se volvía espesa y él quería sentirse así, estaba desvastado.
El teléfono fue el único valiente que se animo a romper con el silencio del lugar, sonó dos veces. Su cara se transformo, quién se atrevía a molestar, levanta el tuvo y escucha – Señor cliente la empresa le informa… corta con furia y al mismo tiempo destroza el teléfono contra la pared y grita – atrévete hacer un ruido y te va a pasar lo mismo. La inmensidad de la habitación se reía de su delirio, ahí donde el se encontraba no había nadie más que el.
Señalaba el rincón y se rasgaba los brazos con sus uñas, estaba tenso, él mismo se veía en el rincón y no se gustaba, quería destruir su imagen, no quería ser más él.
Decide recostarse, todo maltrecho por sí mismo, cansado, levanta desde el suelo el vaso de whisky, arde al pasar por la garganta e intenta soltar una frase al aire, su garganta duele mucho, y ahí van tres de las palabras que nunca supo usar – Perdón, te amo y ayuda. Suelta el vaso de whisky manchando el piso, cierra los ojos y adiós.

martes, 5 de octubre de 2010

Parado desde un lugar extraño


Me miraba y me preguntaba como tantas veces, en qué lugar de la vida me encuentro, para donde me lleva el camino que alguna vez decidí tomar.
Miró a mi alrededor y me llama la atención la cantidad de desconocidos que caminan a mi lado, en la misma dirección, todos ellos vestidos de singular manera, con las mismas expresiones en sus rostros, como zombies.
El reloj marca la hora puntual donde la ruleta de la rutina comienza a girar, todo tan predecible, todo tan apático.
El viaje en tren, el aire que intenta despertarme, la música en mis oídos, mi mochila a cuesta, y la estupida corbata.
La caminata desganada, el mirar aquella misma escenografía que ya puedo detallar de memoria, las mismas personas, los mismos gestos, el mismo rumbo.
Mirando por la ventada del alto piso, miro pasar las horas para emprender el regreso, tipeo algún que otro email, y atiendo un par de veces el teléfono, todo al igual que ayer…
El aire de regreso pareciera más puro, menos estresante, las caras relajadas, casi sonrientes.
El camino de vuelta de todos esos desconocidos que buscan como desesperados ese transporte que los vuelva a la capsula donde vuelven a recobrar su energía, su casa.
Ese lugar donde aunque sea por algunas pocas horas fuera del traje y la corbata sienten que la ruleta ya no gira, que el tiempo ya no pasa, donde una simple sonrisa de una persona que espera detrás de la puerta, convierte al zombie aunque sea por un momento otra vez en persona.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Anulado


Sentís que las palabras que decís se las lleva el viento. Te ves fuera de foco, no podes centrar tu cuerpo y tu mente porque hay algo que te bloquea, algo que te preocupa, no sos el mismo de ayer.
De a poco el cuerpo se va entregando, queres comerte todas esas palabras que tan inútilmente tiraste al aire para que hagan eco en oídos que ya no escuchan, que oyen solo lo que quieren oír.
Necesitas tiempo para volver a ordenar, queres barajar las cartas del destino y dar de nuevo para elegir otro camino, otro pasar, para poder disfrutar el cansancio de otra manera, hoy ya no sos quien querías ser, estas anulado.
Las palabras de la bruja, me habían dejado mudo, titubeaban las palabras en mi labios, así, sin palabras y triste.
Sentí que el mundo que había construido era una mentira, no era eso lo que tenia pensado para mi, me autoexigía más, sabia que podía llegar donde pretendía, antes, ya no, ahora solo sé que me anule y no encuentro forma de poder salir.
Hoy mis palabras se vaciaron de significado, ya no impactan, me caí y no puedo levantarme.
Esa rareza que siento, de querer callarme para siempre, de no hablar más con nadie, de no tener que simular estar bien, cuando en realidad los cimientos se llenaron de humedad de tanto llorar y ya no sostienen la estructura de mi cuerpo.
Agotado y sin ganas llego tarde a casa, pongo música que acompañe el mal trago, me acuesto sobre el sillón y mientras miro el techo, el sueño invade la habitación. El sueño me lleva a ese lugar tan ideal que tanto me gusta, ahí donde me encuentro con vos, donde acaricias mis manos, ahí donde tus ojos iluminan mi destino, donde completas todo ese mundo perfecto que supera lo que alguna vez soñé. Ese mundo que allá a lo lejos parecía tan distante, hoy me ayudas a construirlo, hoy la realidad me invade, gracias a vos, a tus besos, abrazos, tus juegos, tu risa, tu vida.
La bruja vuelve a barajar, tira las cartas sobre la mesa y en ese momento sus ojos se llenan de lagrimas, me mira fijamente y me ve sonreír, me ve distinto.
En las cartas ya no estoy solo, en las cartas ahora somos tres, que completamos ese mundo tan lejano que ayer soñé y que hoy gracias a vos es tan real.
El cuerpo recobra sus fuerzas, hoy es distinto, hoy estas vos, hoy no estoy solo y desde hace siete meses las cartas juegan a mi favor, a nuestro favor.

domingo, 19 de septiembre de 2010

No te fuiste y ya te extraño



Me quedo ahí parado mirándote partir, mis ojos se nublan, siento que el corazón comienza a latir mas despacio, siento que se desgarra.
Pego la vuelta para que no veas mi expresión de tristeza imposible de simular.
Tus ojos son el espejo de los míos, brillan y dejan caer un par de gotitas por nuestras mejillas hasta unirse cuando se unen nuestras bocas que no quieren despegarse, que quieren quedarse ahí, en ese instante donde se silencia el mundo, donde se atan los brazos a nuestros cuerpos, si así abrazados como si la despedida fuera eterna.
Nuestras ganas de hablar son porque queremos desahogarnos, queremos llorar y gritar, todo a la misma vez, gritarle al mundo que ya no queremos separarnos nunca, que queremos estar juntos y que nada lo impida.
Mirar el cielo y verte, recorrer la casa y encontrarte en cada sitio, escribir y sentirte acá al lado, secando mis lagrimas, abrazándome sintiendo que ahora es tiempo de vivir, tiempo de estar juntos, nuestro tiempo, nuestro camino, nuestras vidas ahora una sola.
Ay amor, te fuiste y me dejaste una tremenda sensación de vacío, la casa no es la misma, mi música no suena igual, no puedo más amor, no puedo si vos no estas acá.
Es ese cielo que miro, el que llenaría de Te Amos, para que sepas, que cuando digo que Te Amo todo el Cielo, es así, es sentir que no alcanzan las palabras, que no alcanzas las hojas, sentir que no alcanza el tiempo ese que compartimos, ese que nos impulsa a seguir, que nos invita a soñar, que nos hace ser.
El tiempo que comparto con vos desde que te conocí, es ese el tiempo donde aprendí a vivir, a crecer, a pensar, a compartir, ese tiempo donde aprendí a amar, que supe que a partir de ese primer abrazo donde prometí no soltarte más, supe que nuestras mitades encajaban justo, cuando empezas a pensar igual, a hablar parecido, a mirar lo mismo, y sentir que a partir de ese instante tan eterno, somos uno, y que nuestra vida es juntos.
Te amo y no sabes cuanto…

martes, 31 de agosto de 2010

Correr al amor



Luego de colocarme las zapatillas, me incorporo, prendo el ipod y pongo esa música que siempre me acompaña mientras corro, esa que creo que impulsa mis piernas a correr más.
Mientras corro intento despejarme y dejar de pensar, solo correr, sin mirar el paisaje, dedicado solo a cansar el cuerpo y relajarme.
Hoy salí a correr, en mi ipod tengo de fondo tu foto, me miras, me enamoro más, pongo música y empiezo a trotar, nuevamente. Esta vez es distinta a todas, esta vez voy contando, cuento en mi cabeza la cantidad de veces que aparece tu imagen, que te imagino, que nos veo juntos, que recuerdo cosas, y al pensar así, más ganas me dan de seguir el ritmo no de la música, sino de mis sueños.
Sueño mientras me agito, sueño con vos, me imagino toda nuestra vida juntos, todo lo que planeamos, te veo a cada paso que apoyo sobre el suelo y me encanta, me llena de energía, me llenas de vida.
No paro de pensar en vos, me acompañas en todo momento. Siento que corro para alcanzarte, que apuro el paso para verte pronto, que salto de felicidad para alcanzar tus manos.
Hoy cada vez que salgo a correr, me acompaña uno de los paisajes más hermosos que alguna vez vi, tus ojos, no dejo de pensar en vos, no paro de correr, porque se que a cada paso, una nueva imagen tuya o nuestra aparece en mi cabeza, y me encanta que me acompañes así, de esta manera.
Es lindo saber cuanto a uno lo que quieren, es lindo sentir paz, cuando te la brinda una persona que te completa.
Hoy no encuentro las palabras correctas para expresar lo que me pasa, hoy siento que las cosas cambiaron y que me llenas de sueños, de ilusiones, me llenas de vida y también te lo agradezco.
Hoy corrí más que nunca, cien mil imágenes tuyas recorrieron mi cabeza en una hora de trote, me distraes, me das energía, me llenas de ganas, me haces reír y con vos también sé que puedo llorar, con vos puedo todo, no quiero otra cosa más que llegar y verte, poder abrazarte, mirarte a los ojos y otra vez volver a decirte que a cada segundo vuelvo a confirmar que Te Amo toda la inmensidad del Cielo.

martes, 10 de agosto de 2010

Evelio y Roberto



Les quiero contar una historia distinta a todas.
Es sobre dos personas que seguramente se habrán conocido, de paso, pero conocido al fin, antes de convertirse en ángeles y crear esta interminable historia de amor.
Estas dos personas en la tierra eran padres, con un objetivo en común, que sus únicos hijos sean felices.
Ellos por cosas de la vida tuvieron que retirarse antes de tiempo, dejando un tremendo vacío, en las almas y cuerpos dañados de sus seres queridos, esposas, hermanos, madres, hijo, hija.
Me los imagino a los dos cuando se cruzaron allá arriba, donde sus ojos hoy brillan como estrellas, Evelio saludando a todos como de costumbre, sonriente, caminando o en su bici, fiel a su estilo y a Roberto, con su barba, sus ojos claros, con su sonrisa de toda la cara y su camiseta de Racing, esa que se quiso llevar.
Me los imagino allá arriba juntos paseando, hablando de sus interminables trabajos, de sus aventuras frente a la vida llena de anécdotas de dos buenas personas.
Están dos personas planearon algo un día en secreto, sin que nadie, sobretodo sus hijos sospeche ni siquiera un poco de su ayuda.
Roberto eligió la fecha, Evelio la forma, juntos planearon ese encuentro que cambiaria la vida de sus hijos para siempre, que ahora si ellos podrán tener la tranquilidad de haber cumplido su objetivo, de que sus hijos acá abajo sean felices.
Corrían los calidos días de febrero, ellos ya se habían visto, un par de veces, él le había planteado lo que quería, para ella todavía era pronto.
Él se perdió en su ojos, ella se enamoro de voz, el la quiso ver reír, ella lo quería solo para ella. Sus charlas de noche se prolongaban cada vez más, sus ratos concebían el sentido a esas noches, él muy parecido a Evelio caminaba sin parar, sin dejar de saludar a nadie, ella parada siempre en ese lugar donde sus charlas duraban hasta el amanecer.
¿Queres que te cuente el final de una novela? ¿ Que pasara si te robara un beso?...
No dejabas de reír, yo no paraba de enamorarme de tu ojos, de ese abrazo que esa noche salí a buscar y lo único que me lleve de esa noche fue la dulzura y protección de ese abrazo y me fui feliz.
Como se deben de haber de divertido estos dos jóvenes ángeles allá arriba mientras nos miraban, conociendo el final de la historia, Roberto orgulloso de escuchar a su hija decir tantas veces que no, Evelio feliz esperando el si, que sabia que su hijo conseguiría.
Un día más especial que cualquiera y ninguno de los dos sabia por qué, decidieron darse un lugar, solo para ellos, él se acercaba peligrosamente a su boca, ella retrocedía mientras reía. Hermosa noche, ellos solos caminaron hacia el lugar que los cuatro, dos arriba y dos abajo estaban esperando.
Llegamos, nos miramos, te dije cuanto me gustabas, me dijiste que te pasaba algo, que llegue en el momento justo y ahí estamos como protagonistas de esta interminable historia de amor, nuestro primer beso, el enorme abrazo y allá arriba aquellos dos dándose la mano, riendo y recorriendo nuestro mismo camino, cuidándonos y satisfechos de que lograron que acá abajo sus hijos podamos juntos ser felices.

martes, 3 de agosto de 2010

La rutina...

Hay veces solo encontras un solo camino para realizar algunas de las tantas cosas que uno está obligado hacer, la maldita rutina se torna por momentos un grillete tan pesado que nos cansamos de todo, absolutamente de todo.
El todo en estos casos no sé muy bien que engloba, porque todo es todo, es como decir me aburrí de mi vida, y la vida también es una palabra que engloba todo.
Cómo escapar a aquellas palabras que te encierran en esos mismos lugares, tantos días, tantas veces en la semana y te hacen dejar las ganas de vivir tiradas ahí en la cama, donde recargas energía durante la noche para que nuevamente al otro día hacer y perderlas haciendo otra vez lo mismo.
Al caminar por los mismos lugares, uno conoce de memoria los recorridos que nuestros pies caminan ya por inercia, nuestras caras cambian y los gestos se ofuscan para volver a vernos frente al espejo haciendo lo que no queremos.
El tiempo es el único que puede definir de que manera nos vamos a encontrar dentro de un tiempo y nosotros mismos somos los que cansados de hacer lo que no queremos, decidimos dar vuelta el timón y virar la dirección y marcarle al destino lo que salimos a buscar, lo que la vida o sea todo tiene preparado para nosotros.
Las brújulas marcan siempre el norte, ahora, si uno no quiere eso? Si uno quiero caminar en otra dirección? Lo mejor de vivir, de equivocarse, de dejarse llevar, es que sabes que todo en nuestra vida, absolutamente sirve para crecer, para mejorar, para madurar.
Utiliza siempre las cosas que te lastimaron, que te hicieron mal para no cometer los mismos errores, crece, y ahora también utiliza aquellas que te hicieron feliz para poder repetirlas, no van a ser iguales, pero las vas a disfrutar, arriesga, corre, reí, salta, viví, es la mejor manera de sentir que no estamos acá solo de paso, y que tenemos mucho para dejar, para vivir, para ser…
La rutina es enemiga del tiempo porque te hace repetir una y otra vez las mismas cosas, entonces que mejor que repetir una y otra vez esas cosas que te hicieron feliz, aníñate, no frunzas en seño, sonreí, baila, canta, disfruta de lo que te rodea y se ves en el espejo esa imagen desmejorada de vos mismo, y ves que varias veces ves que no queres hacer lo que ese día te tiene preparado, cámbialo, vos podes, deja todo atrás, no tengas miedo, no estás solo, y nunca lo estarás….
El presente es uno solo y que mejor que vivirlo haciendo lo que nos gusta, pensalo, separa las cosas y anímate a ser feliz, disfruta tu tiempo es tuyo y de nadie más…

lunes, 26 de julio de 2010

Estefi - Fede


Como no escribir lo que uno siente, cómo no agradecer al destino tan acertada escritura sí que es eso lo que me tiene preparado.
Mirar pasar las horas casi sin darme cuenta que sale el sol y vuelve a esconderse, y vos estás conmigo.
Mi tiempo de repente se convirtió en tu tiempo, mi vida dejo de girar, paro justo en frente de tus ojos, hizo que me enamore sin obstáculos, sin miedos, así de repente estabas vos al alcance de mis manos, convirtiendo las mías en rehenes de las tuyas, no puedo estar sin sentir tus manos.
El mundo corre a favor nuestro, todo se convierte en realidad cuando estamos juntos, sos el sueño que ni siquiera se me hubiese ocurrido soñar, sos inalcanzable, sos tan perfecta, si vos…
Hoy amor, te extraño más que nunca, hoy siento que comenzamos otra vez de cero, a contar los segundos, los minutos y las horas para volver a verte, abrazarte, a besarte y a otra vez confesarte que mi vida es con vos, que espero todos los días el momento donde no exista la posibilidad de sentir que te vas, que me voy y que el cronometro comienza a contar de nuevo el tiempo para volver a verte.
Cada uno de nosotros debe aprender a convivir con el estar lejos, pero ambos conocemos el final, ambos sabemos hacia dónde vamos, y que queremos.
Amor, quería escribirte para decirte otra vez y mil veces más cuál es el lugar que hoy ocupas en mi vida, sos la princesa de mis cuentos, la dueña de mis sueños, la persona que complementa mi vida. Necesito escribirte para que sepas hasta donde llega mi amor por vos, hasta donde podemos ir, cómo cambiaste mi vida y cuanto necesito de vos, para ser, para que me acompañes, para vivir.
Amor, las palabras te amo no alcanzan para describir lo que hoy siento, mucho menos para que sepas todo lo que voy a sentir mañana, si pudiera encontrar la palabra exacta creo que sería “eternidad”, o “amor eterno”, ya que como una vez te dije cuando uno ama nunca es suficiente, no sé hasta dónde puede llegar amarte, sé que te ofrezco toda mi vida para hacerlo y que también es poco, pero quiero eso, quiero mi vida junto a la tuya.
Amor gracias por hacerme vivir todo lo que hoy me pasa, por ser la protagonista de mis sueños y de cada mañana, gracias por hacerme tan feliz y darme tanto, así como todo lo que necesito.
Amor, te escribo porque no te lo puedo decir, porque tampoco sé que palabras usar, solo sé que quiero que entiendas que vuelvo todos los días a confirmar que si pudiera volver a elegir, serias vos la persona con la que decido vivir mi vida… todos los días, sos todo para mi, te amo desde el día en que te vi, hasta el final… Te Amo todo el cielo…

lunes, 21 de junio de 2010

Sueños a cuerda



En un determinado momento sus ojos se llenaron de lagrimas así como su cabeza de sueños. Imaginaba un futuro totalmente lleno de vida, de sonrisas, de besos, lleno de amor.
Su sonrisa dibujaba huecos en sus mejillas, irresistibles para él. Su forma de hablar doblegaba todo sus viejas costumbres, lo hacia ser mejor, hasta más feliz.
Había descubierto algo increíble, una forma de sentir distinta, como nunca había sentido antes.
Ella sin querer se cruzo en su camino, él había salido a buscarla hacia ya mucho tiempo. Como de repente el sintió como sus emociones controlaban su cuerpo y su mente, como temblaba frente a ella pero sin titubear las palabras, seguro de lo que le pasaba quiso un día poder explicarlo, y fue en ese momento cuando se quedo sin palabras, fue ahí cuando ella supo lo que pasaba…
Ella había sentido eso tan intenso, había escuchado las palabras, una más segura que otra, estaba hipnotizada por su voz, por su forma. Sentía y no creía lo que él buscaba encontrar en ella, él le aseguraba su vida, amarla, acompañarla, él le había entregado su corazón con forma de elefante y ella una vez con los ojos llenos de brillo pudo sentir como latía. Ese corazón latía por ella, latía por sus ojos, por su boca, por sus sueños, que ahora se dibujan uno detrás de otro, completando todos los casilleros del juego, llenando cada instante de sus vidas acompañados, ya nunca más solos.
Él y ella saben muy bien donde quieren ir, saben además que van a ir juntos, juntos para siempre, ya no necesitan nada más que su compañía, más que oírse decir cuanto se aman, cuanto son capaces de hacer, el uno por el otro.
Él le promete amarla siempre y a cada instante un poco más ya que cree que cuando se ama, nunca es suficiente, ella le promete eternidad, lo quiere con ella.
Ambos le dan cuerda a cada una de sus vidas para no dejarse estar, para no dejarse morir, pero si para darse la oportunidad de verse, de sentir, que en cada mirada tan profunda como el océano, ambos mueren de amor y reviven en sueños.

sábado, 5 de junio de 2010

Nuestros caminos son uno, nuestra vida es juntos, nuestros sueños uno, y nuestro amor, todo el cielo...



¿Cómo no acceder a un pedido explicito del corazón?
Descifrando el anagrama amor, aprendiendo a caminar de nuevo.
Corriendo detrás de un sueño, corriendo detrás del amor.
Tus manos sostienen mi cuerpo, tus ojos iluminaron mi camino, tus pies caminan juntos a los míos.
El sonido de tu voz activo mi maltrecho corazón, tus palabras cambiaron el sentido a mi vida, en el momento que estamos juntos, me prestas el mejor lugar para estar.
Llegamos de imprevisto, cada uno por su lado, pero en un instante de compartir algunos minutos, nos dimos cuenta que nos conocíamos desde siempre, y que el destino nos fue preparando para vivir a partir del momento que nuestras miradas se cruzaron el amor que tanto esperamos.
Mi corazón vuelve a latir en tus manos, mis ojos ven gracias a la luz de los tuyos, tus manos son la mejor compañía de las mías.
Nuevas sensaciones invaden de manera progresiva mis días, tu voz dibuja sueños en mi mente, escribe canciones que me cuentan de un amor eterno, de un amor increíble, de un cuento nunca antes escrito.
Escribiendo siento que no se a donde se dirigen mis palabras, ni como explicar lo que siento, solo sé que deben llegar a lo más profundo de tu ser.
Prometo cuidar, comprender, escuchar, abrazar, acompañar, hacerte reír, hacerte bien, hacerte feliz.
Vuelve a latir, vuelvo a vivir, cambiaste mis días y sin vos no quiero nada, sos todo lo que soñé, le diste sentido a todo, hasta al “para siempre”…
Me enseñas todo, me caigo en tus brazos y me enamoro cada vez más de la mujer más hermosa del mundo. Le pusiste color a mis días, diagramas mi vida de otra manera, sos todo lo que siempre soñé, sos mi vida, mi corazón, lo indispensable.
Caminemos juntos, toma mis manos y llévame donde quieras, nunca me sueltes, que yo nunca me iré, me mostraste el camino, me enseñaste como debe ser, el instante en que nuestras vidas se cruzaron para formar eso que tanto imagine, aquello que sin querer encontré, la vida que siempre quise y hoy deje caer, en tus brazos, en la persona que debe ser.
Aquella que me desvela, la que mira el reloj esperando el momento, ese en que los dos cerramos los ojos y donde no existe exterior.
Te encontré y ya no quise irme, te abrace y nunca quise soltar, te bese y llegue a sentir que nunca había besado, te miré y me enamore de tu ser.
Hoy sin cerrar los ojos te invito a soñar, sos la persona con la quiero estar, con la que quiero compartir, mi vida a partir que te cruce, que titubeando mis palabras pero nunca tan seguro, en el aire escribí “siento que te amo” y supe que a partir de ahí, nuestros caminos son uno, nuestra vida es juntos, nuestros sueños uno, y nuestro amor, todo el cielo. Te amo…

lunes, 24 de mayo de 2010

Una pregunta...

Hasta que momento de la vida la soledad se hace una compañía insoportable.
El acostumbrarse a vivir sin la compañía del amor, se torna por momentos un azar espontáneo de momentos inmejorables, pero hasta cuando.
Cuando uno crece hasta determinada edad, sin saber bien el número, uno debe mirar para atrás y recordar la compañía de las personas o de una persona, que acompaño en los buenos y en los malos momentos, que te apuntalan o que te abrazan y lloran con vos de alegría.
Mi pregunta es de modo cuasi filosófica, intento preguntarme si el hombre o la mujer pueden vivir en soledad, más allá de cualquier vínculo pasajero con personas que esporádicamente forman parte del vivir de cada uno.
¿Puede una persona vivir sin amor?
¿Se puede?
Encontrar un refugio donde esconderse, donde pasar momentos de felicidad es algo habitual y donde se encuentre paz, donde lo demás no importa donde lo externo es el contexto que el destino pinto para unir de manera definitiva a dos personas que una vez tomadas de la mano y que al mirarse a los ojos intentan decir, que a partir de ese momento, se flagela a la soledad y donde se siente que esta vez es para siempre.

sábado, 22 de mayo de 2010

Sueño despierto


Me dejé llevar. No había pensando encontrarme en ese lugar. No estaba en mí exigir nada.
Una noche me encontré ahí, apoyado sobre su pecho escuchando tus distinguidos latidos que parecieran la canción más hermosa del mundo jamás escrita.
Ni el exquisito poeta podría describir lo que sentí, al verte, al abrazarte, al permitirme pasar varios minutos ahí en ese lugar donde el resto del mundo se desintegra, donde quedamos a solas.
No existe reloj que me aparte de ese momento, no hay lugar mejor que este, no encuentro un lugar en mis recuerdos donde me encuentré en este estado.
Tengo la seguridad de estar viviendo un sueño tan real, que no quiero que termine, no quiero dejar que la creación onírica me transporte a otro lugar, este es el mío y no me quiero ir.
Tener la seguridad de no estar dormido, la tranquilidad de verte, de sentir tu voz, de sostener tus manos, de acariciar tus mejillas y besar tus labios, no se necesita dormir para poder soñar.
Te despedís con una sonrisa dejando el más delicioso de los perfumes conmigo, me dejas esperándote que pronto vuelvas, te fundís en la niebla y te alejas del alcance de mis brazos.
Recostado en la cama te busco sin éxito, abro los ojos con la sensación del vacío que dejaste, me corro hacía la izquierda, te dejo un espacio, cierro los ojos y otra vez te tengo conmigo y sé que de este sueño no te vas más.

martes, 18 de mayo de 2010

El atardecer se parece a tus ojos

Dejábamos atrás todo el bagaje de la historia que acarreábamos.
Los suspiros de ambos al dejar ese lugar, eran eternos, entre queja y emoción ahí afuera nos esperaba un nuevo cuento, una nueva aventura.
Dos individuos desconcertados, sus corazones mandaban, sus cabezas estaban en blanco. Esperando que en esas cabezas vacías se viertan nuevos contenidos, nuevas palabras.
El ruido de sus pasos retumbaban en sus mentes. Sus ojos llenos de brillos y de esperanza de encontrar algo que ambos estaban buscando.
Él es más grande, lleva varias hazañas en su haber, ella más joven con una mochila cargada de miedos pero sabiendo bien que quiere, conociendo su decenas de virtudes, aquellas que le forjaron su carácter, que le tatuaron su sonrisa. Su sonrisa es la perfección, es lo más lindo que él jamás había visto y lo que perdidamente lo había hechizado.
Despiertan en ese nuevo lugar, desnudos de prejuicios, llenos de vida, felices de haberse encontrado.
Una tarde como cualquier otra él se sentó a mirar el atardecer desde una roca en la colina, su rostro serio demostraba que algo no andaba bien. Ella tan intuitiva como siempre se acerco y le dijo, el tiempo atrás es cosa del pasado.
Él sonrío pero manteniendo su carácter esquivo, contestó, no es eso lo que me preocupa, no pienso en el tiempo pasado, entonces qué te acongoja, curioseo ella. El viento se llevo aquellos pensamientos que a él lo dominan, que lo pintan como misterioso y que encierran una incógnita, él la mira, ella tan dueña de sus ojos espera ansiosa escuchar su voz, poner fin a esa seriedad, me pregunto donde estuviste todo este tiempo, suelta él la frase al aire, acá contigo, dispara ella rápidamente buscando complacer a su ser querido, él no cambia su expresión, algo le preocupa y va otra vez, no es eso lo que me preocupa, eso lo sé, sé que estas y estuviste aquí conmigo, pero necesito saber donde estabas cuando más te necesite, donde estabas cuando no te busqué.
Así Eva sonrió, bajo de la colina dejándolo solo a él, que buscaba consuelo en el atardecer y pensando en el tiempo que dejo morir sin poder haberlo compartido con ella.

domingo, 16 de mayo de 2010

Nuestras almas se cruzaron por capricho



Escuchando esa canción de amor, sus ojos se inundaron.
De pronto comenzó a imaginar su vida de a dos, nunca más un plan a solas, nunca más una cena sin compañía.
Ella le había dado un vuelco a su vida, él ya no toleraba la distancia, no soportaba estar lejos de esa persona que le dio sentido a su vida.
Los compases sonaban de fondo mientras él imaginaba, se creía todo lo que su mente planeaba.
Ella esperaba por sus palabras entre sonrisas, él se muerde los labios para no estropear el silencio, ella pregunta… Ambos mirándose fijo a los ojos, escribiendo una nueva canción de amor, escribiendo para no olvidar, para no olvidarse, para marcar para siempre ese momento inolvidable en sus vidas.
Su tiempo paso a ser de ella, sus abrazos su mejor lugar, sus manos, su escudo protector, sus palabras el mejor consuelo.
Él pensaba que el destino se había encaprichado con ellos, que nunca podrían ver y sentir los que sus labios ahora nombran, el nunca, el para siempre, tan poco creíbles en sus historias pasadas.
Piensan sobre el final del tema, el silencio se hace oír, sus sonrisas son cada vez más grande y el brillo de sus ojos ilumina sus rostros, alumbran el momento más especial de todos cuando ellos sin decir una sola palabra, escuchan lo que les describe el corazón…

sábado, 8 de mayo de 2010

Sin miedo



Miedo a tomarme de la mano, a caminar conmigo.
Miedo a mirarme fijo, miedo a sentir.
Por qué involucrarte, por qué te da miedo sentir.
Reconoces que te pasan cosas, nos vemos y nos sonreímos.
Y otra vez, miedo a hablar, otra vez, miedo.

Buenas tardes señorita, ¿le importa si la acompaño?,
Disculpe el atrevimiento es que hace un tiempo la ví
Y ya no pude borrar su imagen de mi cabeza.
Es usted muy hermosa…

Hace unas pocas cuadras que la acompaño,
¿Le molesta si la tomo de la mano?
Tiene manos chiquitas y muy delicadas,
Como su sonrisa…

Sé que estamos llegando a su destino,
Me encanto caminar con usted,
¿Podría tomarla por la cintura, mirarla
a los ojos, observar su boca?
Sin temor a decirle que me he perdido en sus ojos.
Sin miedo a decirle que me he enamorado…

Sé que a partir del momento que la bese
mi vida cambiara para siempre y
su imagen y tal vez su persona
me acompañe para siempre…

Déjeme decirle que la quiero…
Antes de irme le pido que me diga su nombre,
Antes de despedirme, la beso…

Ahora depende de usted, ya sabe lo que siento…
Hasta la próxima…

sábado, 1 de mayo de 2010

Control sobre su vida


Aburrida de mirar por el balcón, viendo pasar los autos por debajo de sus pies, ingresa a la casa y lo mira a él, sentado sin decir una palabra frente a la luz que le brinda el televisor.
Ella ofuscada, pasa por delante de la imagen que a él lo paraliza, se dirige hacía el baño. Abre la ducha y sensualmente se desnuda frente al espejo, se mira, siento que merece algo mejor, no recuerda cuando fue la ultima vez que él le halago su cuerpo, sus ojos, su pelo, algo.
El agua entibia su cuerpo, frío de amor, sus manos recorren su linda figura, mientras juega con la espuma del shampoo.
Sale del baño aún sintiéndose sucia, no soporta la ausencia de un hombre, de su hombre. Frente al espejo recoge su pelo, se ve más hermosas que de costumbre.
Entra a la habitación super decidida, escoge el jean nuevo, zapatillas y remera, un saquito por la dudas que el frío la sorprenda. No tiene tanta ropa como imaginaba, no quiere cargar muchas cosas, la espera algo nuevo.
Dos bolsos, uno para cada mano y una mochila, suspira hondo, camina hacia la habitación que a él lo tiene prisionero, sus labios se abren para decir algo que no tenia planeado.
Él no la mira, ella no dice nada y se dirige hacia la puerta de salida, apoya los bolsos sobre el piso, esta decidida, abandona todo por algo nuevo, mejor o peor, pero algo nuevo, lo que ella necesita, seguir su corazón.
Lo mira por ultima vez, se despide con la mirada, al tomar los bolsos y dar media vuelta, escucha su voz.
Andrea, dice él muy seguro…
Si, responde ella, esperando que le diga algo, tal vez que no se vaya, que la quiere, algo.
El tiempo es eterno en esos segundo de silencio, ella espera con sus bolsos en la mano.
¿No viste el control remoto? Dice él sin mirarla, sin percibir la situación.
Ella se sonríe ingenuamente mientras que un dolor intenso recorre su pecho, la mueca en su cara es de asco, era lo que faltaba para confirmar su decisión.
Andrea cierra la puerta y empieza de nuevo, siente haber vivido equivocada, se va sin nada más que sus bolsos, su mochila, algunos ahorros y la esperanza de volver a llenar su vida de sueños, de revivir, de que alguien note lo que vale. A unas cuadras de su casa, siente como el desahogo es cada vez mayor.
Sus ojos miran el cielo, buscando tal vez el camino, su destino, llena de vigor abraza sus pertenencias, su vida ya no es la misma, siente que es mejor, siente que ahora si de una buena vez por todas no tiene que competir con nadie, se sonríe y piensa – cuando se de cuenta se va a querer matar-.
Mira el bolsillo y le sonríe picara al control remoto que se asoma desde el exterior de su mochila.
Ríe a carcajadas libre de toda culpa, toma el control remoto y lo arroja lo más lejos que sus fuerzas le dan, toma sus bolsos sin dejar de reír en ningún momento y se marcha.
¡Buen viaje!

viernes, 30 de abril de 2010

Volver a oír

De repente el mundo se quedo sin oídos, de repente nadie tuve más que decir.
Esas anheladas palabras de aliento, se quedaron sin voz, sin lugar ni tiempo, sin lugar para mi.
Sordos y distantes los momentos de soledad se agolpan uno detrás de otro, intentando no acompañarse, venir pausadamente de a uno, así la soledad se instala por mucho más tiempo.
De chico el sana, sana, curaba todo, hasta el corazón. Hoy no escucho ninguna palabra de aliento que apuntale el alma, cuando la puerta se cierra detrás de mí, solo me esperan las fotos que quiero imaginar, los buenos momentos que quisiera revivir y la tremenda necesidad de escuchar, de escucharte.
Debajo de los parpados las lagrimas se agolpan y el nudo en la garganta es cada vez más grande, no deja respirar, no me deja gritar.
Ese fantástico mundo que una vez imagine se desmorono, hicieron que se caiga cada estructurado plan y me tapo.
Él tan sordo como el mundo ya no oye, en el aire se desvanecieron sus sueños creados a base de hermosas palabras puestas en orden por alguien que alguna vez lo acompaño.
Es tarde, sus ojos hechizados por miles de lagrimas ya no quieren ver, sus manos vacías aprietan el aire, mientras el tiempo dibuja arrugas en su rostro.
Ahí va, respira profundamente, una vez más, tal vez la última, la persona que dejo de ser, ya no escucha, ya no ve, su tácito mundo hecho polvo, tan solo como se ve en sus recuerdos, lleno de dolor desliza sus manos sobre sus piernas como dejándose caer hasta el frío suelo, donde lo esperan sus sentidos, sus sensaciones y sentimientos, donde al reunirse nuevamente su cuerpo y alma, tenga el coraje para volver a oír esas palabras de aliento que solo ella puede volver a decir.

viernes, 23 de abril de 2010

Sensaciones encontradas


No tengo ningún recuerdo fuera de este bosque, lo he caminado todo y para atrás siempre es un recuerdo para adelante, se va modificando depende de mi elección.
Muchas veces grandes cambios golpearon mi bosque, lo oscurecieron, me sentí solo tantas veces que de a poco me acostumbre a que la soledad sea mi mejor compañera.
Camino desde siempre con mi viejo morral, donde guardo aquellas sensaciones que encuentro en mi bosque.
Algunos golpes convirtieron esas mágicas sensaciones en piedra, que cada vez hacen más pesado el viaje, me vencen los brazos, pero igual sigo por el bosque.
Esas piedras de a poco me hicieron ver las cosas de otra manera, sentir de otra manera, hasta menos tal vez.
La sensación del dolor es una de las piedras más pesadas, la que acorazo mi corazón y no lo vi llorar más por un largo tiempo.
La bolsa esta cargada se sensaciones y algunas ya se convirtieron en piedra y su mayoría no fue por mi elección, la encontré un día y todavía de muchas no pude desprenderme.
Soy un duende que camina acompañado de la soledad, de los ruidos del bosque, de los hermosos recuerdos de su familia cuando aun no tenía la independencia de salir a caminar solo, a hacer mi bosque…
También en mi bolsa llevo la sensación de libertad, aún intacta, con la que escribo mis sueños, con la que imagino durante la noche encontrar sensaciones que cambien otra vez mi forma de ver el mundo, de poder compartir, de caminar y en vez de dejar solo la huella de mis dos grandes pies, que en la huella se dibujen cuatro.
Desde muy chico llevo mi bolsa, que de hecho es bastante grande, no recuerdo bien quien la dejo colgada sobre mi hombro, pero siempre pienso en su tamaño, es un gran morral y creo que quien lo dejo ahí, tan grande, estaba convencido de que yo podría llenarlo, con las sensaciones que vaya encontrando en mi bosque.
Cuando me siento a descansar, me gusta contar las piedras, e intento pensar en que momento esas sensaciones dejaron de ser, para convertirse en tan pesada carga y hacer más lento mi paseo por mi bosque.
Hace tiempo que busco la misma, recorrí ya muchos atardeceres y el sol en su amanecer me encontraba todavía buscando, miles de días sin dormir, miles de días soñando despierto encontrar esa sensación que logre verter una lagrima por mi rostro, que dibuje una sonrisa en mis amarillos dientes, que ejecute el sonido más amable de todos, la palabra, que pueda oír y en ese momento cuando el bosque se calle para dejarme escuchar, aferrado a esa sensación, en mi bosque, encantando moriré de amor…

domingo, 18 de abril de 2010

Abrir y cerrar


Abro los ojos, para ver la luz. Extiendo los brazos para sentir el aire, camino descalzo para sentir la tierra.
Abro la puerta para ver el día, con mis brazos siento las leves gotas de la lluvia y el frío invierno, camino hacia afuera de la casa, hacía donde me lleven mis pies.
Cierro una ventana para no oír la insensatez del hombre, cierro los brazos acurrucándome para no sentir miedo, elevo mis pies sobre la silla para no lastimarlos de tanto caminar.
Puedo volver abrir la puerta una y mil veces, todos los días, la frustración y las personas pueden cerrarme las ventanas, esquivando el camino que mis pies a veces ya no quieren caminar.
Corro lo más lejos posible para huir del dolor, grito fuerte para ahuyentar a la impotencia, aprieto fuertes las manos que junto con las muelas aprietan hasta doler para esquivar la cobardía, juntando coraje para volver hacer el camino.
Abro la cabeza para entender, con mis brazos busco encontrar quien los abrace, camino hacia ese lugar en busca de sentir.
Cierro mis brazos detrás de su espalda, las palabras tienen significado, la impotencia desaparece en el mismísimo instante que me haces compañía, solo queda el miedo, pero un miedo distinto al que antecedió al encuentro.
Abrimos la puerta para ver el día luego de mirarnos a los ojos, nuestras manos se acompañan, caminamos juntos, haciendo el camino de la combinación de nuestros sueños, de mi ilusión y la tuya.
Cierro mis brazos para que te sientas protegida, abro los ojos para verte de cerca, apretos las manos que sostienen las tuyas.
Abro mi corazón para hacerte un lugar, abrís tus ojos para verme y sonreír, soltas mis manos para caminar delante en busca de eso que sentiste que habías perdido.
Cerremos las puertas, cambiemos ese miedo, compartí conmigo esas pequeñas cosas que te gusten hacer, abrí tus brazos y cerralos y no dejes que me vaya y no dejes de mirarme.
Yo no lo hare, cierro mis ojos y sueño contigo, no te dejare ir.
Abramos el libro, hagamos historia en nuestras vidas, escribamos la nuestra.

miércoles, 7 de abril de 2010

Ahi vamos...


Una lucha descarnada contra el tiempo, a pesar de que me lleva una gran ventaja, no dejare de intentarlo.
Los momentos se dividen en ciclos, en rutinas, lo nuevo y bueno se convierte en algo monótono con el correr de los días.
Lucho en contra de eso, no lo quiero. Quiero proponerme que sea distinto.
Todos los días morimos un poco, y no es una sensación, es una realidad por eso mi falta de paciencia por concretar objetivos, por disfrutar instantes, por desnudar esos sueños que aparecen allá a lo lejos, a largo plazo.
La ciclotimia nos pone mucha veces en lugares desconocidos, nos arrastra hasta hacernos pensar que el mundo se puso en nuestra contra, o nos eleva hacia donde creemos ser lo mejor que podemos ser en ese momento.
En los momentos donde me arrastro, me gustaría que alguien pueda comprender cada una de mis palabras, todo lo que siento y el significado de mis desvaríes, que me abrace y que de cierta manera me diga lo que yo digo a mi mismo cuando estoy ahí abajo, para poder seguir.
Necesito que comprendan lo que pasa por dentro, necesito que me hablen, porque más allá de cualquier sentimiento de autosuficiencia, en el momento que te abrazo, que te escucho, que me duermo ahí con vos, siento que es el punto de equilibrio entre los picos más altos y los más bajos y de donde definitivamente no me quiero ir nunca.

lunes, 5 de abril de 2010


No tengo miedo de gritar
tengo miedo de no poder gritar contigo
No tengo miedo a caminar
tengo miedo de hacerlo sin vos,
No tengo miedo a mirar
tengo miedo de no poder verte,
No tengo miedo a callar
tengo miedo a quedarme sin voz y no poder decirte te quiero...
No tengo miedo a llorar
tengo miedo a que jamás puedas limpiar mis lágrimas y calmar mi llanto...
No tengo miedo de hablar
tengo miedo a que no puedas escuchar
No tengo miedo a perder
tengo miedo de perderte…
No tengo miedo de morir,
tengo miedo a vivir sin vos…

martes, 30 de marzo de 2010

Prefiero un momento con vos a una eternidad sin ti

Puedo irme, sentir que te dejo.
Puedo estar lejos…
Hay algo que no puedo hacer por más lejos que este.
No puedo dejar de pensar en vos, te extraño todo el tiempo, cada segundo un poco más.
Pienso todo el tiempo en compartir mis momentos con vos.
Extrañar es algo que hiciste y que ahora no puedes, que algo te lo impide.
No me duele extrañarte, me gusta extrañarte y lo hago todo el tiempo.
Espero pronto volver a verte, es una urgencia de vos, de tu sonrisa, de tu voz, de oír tu risa.
Sé porque te extraño, tengo mis razones, necesito verte.
Podemos simular miles de momentos, ilusionarme con recorrer juntos lugares que no conocemos, sobretodo uno muy especial.
Corro para verte, me sonrió al verte, me miras te miro, corres tu vista de mis ojos y te beso, extraño ese momento.
Extrañar es pensar que la vida es distinta desde que te conocí, desde el momento que tome tu mano y ya no quise soltarla.
Verte sonreír es el lugar más lindo de todos, es donde se detienen las manecillas del reloj, donde digo basta, donde no deseo más nada que abrazarte, darte un beso y quedarme callado, observando, mirando embobado, sintiendo que no quiero irme, que no quiero que te vayas, que no te fuiste y que ya te extraño…

lunes, 15 de marzo de 2010

Sensación extraña


Una sensación extraña invade las horas. Un tornado de preguntas me rodean, hasta marearme, sin saber muy bien donde encontrar las respuestas.
La sensación cada vez ocupa un lugar más grande, paso las horas intentando resolver y solo logro descifrar que este gran interrogante se resuelve de a dos.
Creo que alguna vez puse en orden estas preguntas que ya en alguna ocasion pasaron por mi cabeza, de a poco le fui encontrando una respuesta supe como priorizar e intentar no equivocarme.
Abro los brazos para sentir el viento, ese viejo lugar donde estoy parado y que hace tanto no pisaba. Ese abismo entre millones de cosas por delante y miles que uno va dejando atrás.
Con aerosol dibujo una línea roja delante de mis pies, es un limite entre el pasado y lo que viene, entre mi vida y la tuya, entre mi forma de pensar y como me haces sentir.
Me acerco al borde, dos pasos delante de la línea, todo queda atrás, delante mío, la mismísima nada y todo, solo a un paso.
Entre las nubes, veo como me miras, siento un viento que golpea mi espalda empujándome, llevándome hasta donde nunca llegue, tal vez por miedo, por inseguridad, por esperar tantas veces el momento justo o simplemente tal vez por pensar demasiado.
Pongo un pie en el aire, esta vez no tengo miedo, sostengo tus manos y sonrío, seguís mirando hacia mí esperando el ultimo paso.
Tus manos son mas pequeñas que las mías, te entrego los brazos, cierro los ojos e inclino el cuello hacia arriba, hacia el cielo, donde las estrellas brillan como nunca, como tus ojos, y ahí doy el salto final… esperando que no me sueltes, esperando que estés ahí cuando despierte, cuando me de cuenta que el impulso lo tomamos juntos.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Del ser al querer ser


El barrio no era el mismo que él había abandonado hace años. Estaba distinto a como lo recordaba.
Recorrió el camino hacía el bar, donde muchas años atrás había dado vida a su novela, esa novela que triunfo y lo sacó del barrio, lo alejo de su gente, lo puso en el lugar que soñó toda su vida, pero que al llegar, se dio cuenta que había perdido mucho.
Parado frente al bar, era con completo desconocido del lugar, mucho tiempo había pasado.
En su bolso guarda la novela, sus anteojos, los cigarrillos y alguna que otra cosa que están ahí totalmente inservibles pero que siempre tiene lugar en un bolso.
Cruza la calle de adoquines, la puerta del bar esta tal cual la cerro esa vez para no volver hasta ese día que muy bien tampoco él sabía porque regreso a ese bar.
Conocía gran parte de los mejores bares de Norteamérica, Europa y un día decidió regresar al bar, ese bar antiguo, chiquito y para nada excéntrico, tan distinto a los que se acostumbro a visitar durante años, solo acompañado de su novela y algún que otro editor y productor que lo llevaban por la librerías donde su novela hacía furor en las ventas.
Parado frente a la puerta del lugar de sus recreo, donde garabateaba historias simples, donde contaba su sentir, muy frecuentemente para escapar de casa, de su cabeza.
Todos los recuerdos que vivió ahí se le vinieron encima, se miro en el vidrio de la puerta, se vio más viejo, las canas pintaron su pelo, las arrugas firmaron tantos años lejos en su rostro, su ropa era distinta a la de la despedida, pasaron mucho años pensó.
Sus recuerdos lo hacían feliz, estuvo un tiempo frente a la puerta, el mozo, el mismo de siempre notó la presencia del desconocido y se dirigió hacia fuera, abrió la puerta y muy respetuosamente le pidió si por favor podría retirarse de la puerta de bar. Él no respondió, solo seguía ahí mirando fijamente la puerta del bar, esquivando al mozo que se interponía entre él y su decisión más difícil.
El mozo vuelve a insistir, ¿Señor me oye?, le pido que por favor se retire o tendré que llamar a la policía, ahora si lo miro fijamente abstrayéndose de sus pensamientos y recuerdos lo miro de manera casi violenta al mozo, y se noto como las cosas habían cambiado. Atino a meter la mano en su bolso, el mozo llenó de miedo su rostro, él se sorprendió, el mozo intento ingresar de nuevo al bar, dio medio giro y antes de tomar el picaporte, él lo agarro fuertemente del brazo, saco la novela de su bolso, la deposito en la mano del mozo y le dijo, querido Oscar no vine antes porque nunca me anime, te dejo esto como un regalo, esta es tu vida y no la mía como creí que lo fue durante todo este tiempo, todo lo que yo viví debería ser tuyo.
El mozo sorprendido miro el libro y vio alejarse lentamente a ese extraño, tan bien conocido, lo dejo alejarse hasta que se perdió luego de cruzar la plaza, miro el libro y noto que el titulo llevaba su nombre, guardo el libro entre sus manos, giro el picaporte y volvió hacia su vida, mientras que él extraño conocido nunca pudo volver a ser esa persona que tanto extraño durante tanto tiempo.

sábado, 6 de marzo de 2010

Distancia

La distancia me confunde. Hace tiempo que no te veo y mis ganas de compartir tiempo con vos cada vez agrandan más mi ansiedad de que el tiempo pase y le de una definición y un nombre a tanta espera.
Hace tiempo te busque, hace tiempo que desde lejos pensaba en vos sin coincidir siquiera en saber que pasaba por tus pensamientos.
Las cosas que creemos que tenemos en común se puntúan cada vez que hablamos. Me río con vos y de tus ocurrencias, de tus caras… me río a la distancia, te pienso, te sueño, te extraño…
Saber que nos depara el futuro es una simple ilusión, mía, tal vez tuya, tal vez nuestra.
Es lindo saber que por lo menos una vez detrás de esos hermosos ojos una foto mía pasa sin que nadie lo pidiera, estuve ahí y fue feliz al enterarme.
Tengo muchas fotografías tuyas, muchas, y me encanta llevarte conmigo durante el día mientras te sueño de noche.
Pensar en vos me gratifica me hace sentir bien, espero que esos planes tirados al cielo en palabras algún día se cumplan, esas horas de planes, esos ratos para compartir y conocerte.
Llevo conmigo algunas frases incompletas esperando que el tiempo las llene con tus palabras, con tu ser. Preguntas sin respuestas, sueños sin compartir, fotos de a uno e ilusiones que dibujadas en la noche complican el sueño.
Espero pronto tocar tus manos, volver de cerca a ver tus ojos, sentir tu pesado y lacio pelo mientras acaricio tus mejillas, mientras dibujas una sonrisa en tu rostro, que contemplándola ahora, otra vez desde lejos, comienzo a pensar de nuevo que la distancia me confunde.

jueves, 4 de marzo de 2010

Pone el titulo que quieras


Desde lejos observo como miras entretenida hacia el cielo, no me animo acercarme, no quiero molestar. Camino pausadamente sin hacer ruido, no quiero irrumpir en tu momento.
Sos mucho más linda de cerca, por eso no me animaba a pararme cerca de vos. Sin emitir una palabra te tomo de la mano, muy tímidamente, quiero que te sientas acompañada acá abajo, en ese instante.
Sonriendo me decís que te gustaría saber volar, cruzar la luna y que tu sombra se dibuje en ella, estas esperando a alguien, pacientemente sabes que algún día llegara.
Me siento incomodo, no quería molestar, no puedo querer estar en todos lados, ¿tengo que dejar de ser yo?... pienso que debería ser más egoísta, ¿Pensar en el bien de uno es ser egoísta? Mejor lo consulto con el diccionario.
Definición de Egoísmo: Excesivo aprecio que tiene una persona por sí misma, y que le hace atender desmedidamente a su propio interés, sin preocuparse del de los demás.
La definición según me hicieron entender no se acopla a como soy, si soy excesivo con querer hacer cosas por las personas que me despiertan algún interés, ¿Eso está bien?, ¿no confunde un poco las cosas?
Vos que me conoces a medias, ¿qué pensas?
No quiero sentirme así, no quiero estar incomodo, quiero poder hacer algo porque sonrías, tu sonrisa es algo tan lindo, es tu mejor estado o al menos el más dulce, dentro de lo poco que conozco.
De repente, otra vez te veo de lejos y me encantaría tenerte cerca, tengo que lidiar siempre con la distancia, de todos, pero la tuya no la soporto, te quiero conmigo, creo!...
Tantas dudas por resolver, tantas preguntas, tantas personas, tantos momentos, y sí, quiero estar en todos, siendo consciente de que no se puede, no dejare de intentarlo.
Siempre que pueda en cualquier momento hacer algo para conseguir una sonrisa, aunque te mire desde lo lejos, estaré feliz.

martes, 2 de marzo de 2010

Siempre algo para decir


Tener muchas veces las palabras justas en el momento oportuno era su don, su mayor virtud y también lo que más lo metía en problemas.
Él solo quería ayudar, acompañar, demostrar que a cada obstáculo que la vida nos pone delante, se puede continuar… seguir, con dolor, con angustia, con amistad, con alegría.
Su sonrisa era siempre la firma de todas sus frases, de todos sus diálogos. Su nombre lo pronunciaban aquellas personas que lucharon por la paz, personas que querían una vida mejor para los demás, dejando todo por ese otro desconocido, con necesidades urgentes, de sentimientos de compañía, de pasión, de amor.
Su rostro había cicatrizado la mayor herida que había sufrido en su vida, el desamor, ese día aprendió a ceder, a conversar y escuchar, sobretodo lo segundo, a sufrir en silencio, comprando una máscara que exagere su sonrisa para demostrar que estaba en pie, aprendió a amar a la distancia, a extrañar tanto, que siempre decía que tenía el pie de un elefante sobre su pecho, no decía angustia, lo describía de esa manera.
Los problemas que le causaban su don, se acumulaban en su diario íntimo, problemas existenciales que a él mucho no le importaban, los dejaba fluir, los corría con sus inteligentes palabras, los analizaba crecía con ellos y aprendió a mirar las cosas de otro modo.
Aprender a disfrutar de aquellos pequeños momentos que la vida le da, sonreír ante todo, no temer, hablar, responder, escuchar, observar, analizar, crecer y saber que siempre hay algo para decir.
No siempre se puede utilizar palabras que llenen un espacio, pero él podía lograr cosas que nadie podría nunca, él desde su paz hablaba y contaba su vida como un cuento, un triste cuento con el final más feliz de todos, él siempre estaba feliz, contagiaba su alegría y sus palabras eran una suave extensión de su ser, de su vida, el más claro reflejo de su alma.
Una estrella lo guía, él sabe que no está solo en esto y por eso ahí va por la vida continuando con que se siente que es lo que mejor hace…

viernes, 12 de febrero de 2010

Es lo que siento... pero falta, no se como explicarlo...


Apareces en cada momento que te necesito, estas ahí desde siempre. Sos especial desde aquel día que el destino nos cruzo, aunque tengo mis dudas, nosotros vivimos juntos otra vida, toda completa en otra vida, nos conocemos antes de nacer.
Es muy extraño como el tiempo nunca pasa para nosotros, te vi llorar, te abrace mil veces, te escuche, te hable en todos los momentos que me necesitaste al igual que vos conmigo.
La vida siempre no presenta retos, nos pone obstáculo y un obstáculo que tuve que atravesar fue estar algún tiempo alejado de vos, de tus cosas…
Ambos cambiamos, crecimos y nos dimos un tiempo de espera, ambos sabíamos y conocíamos el final. Una vez escupiste tu mano y pactamos ser hermanos de la vida y fallamos, hoy como hermanos que somos, nos dimos cuenta que no podemos tenernos lejos, que nos necesitamos y como te lo digo siempre esta vez, esa repetición del pacto, es para siempre, para toda la vida como en la otra vida, que no recuerdo bien como debe haber sido pero que si estuviste ahí no debe de haber sido para nada mala.
Son simples renglones de frases inconexas que solo buscan hacerte saber, todo eso que sabes qué me pasa con vos… porque te lo dije, porque me aseguro todos los días de decirte que te quiero, que es hermoso escucharte, aún a la distancia, siempre estás ahí.
Simples frases que me pediste por favor que te muestre, te dije que no podía expresar con palabras lo que pasa, porque mucho no entiendo, no entiendo cómo nos queremos tanto, y le encuentro la explicación menos lógica de todas, nos conocemos antes de nacer…
Después de tanto tiempo, volviste a mi vida, amiga de mi alma, con tus rayes, con tu persecuta, volviste y el día que volviste te espere con un regalo, ahora somos dos los interesados en saber de vos, en tus ratos libres, en tus besos, en tus abrazos… Me encanta que se te haya ido esa vergüenza por momentos de decir, no, no da, que vaya sola. Siempre respondo de la misma manera, si da, porque tenes más derecho que nadie a estar acá al lado mío y ahora de Bruno, tu sobrino para compartir una vez más y definitivamente nuestras vida, desde el momento en que volviste a mi casa, nos abrazamos y le jugamos la revancha al tiempo que habíamos dejado atrás, y ganamos, otra vez, porque entre hermanos de la vida, como somos, no hay nada que logre poner distancia, no más, porque crecimos, porque nos dimos cuenta, porque nos reímos de nuestro intento fallido y porque sabemos que desde ese momento en que todo volvió a estar en su lugar, a pesar de tu miedo, sabemos que ahora, ahora Mary es para siempre!!!
Te quiero mucho amiga!!!

domingo, 31 de enero de 2010

Un día escribi una canción


Sin poder esperar más me recuesto a tu lado,
la noche detrás nuestro se apaga
ambos mirando las últimas estrellas caer del cielo,
nuestras manos juntas a la espera...
El silencio nos brinda su mejor música,
tu cuerpo mi mejor compañía,
tus labios son el deseo en sí mismos de proximidad,
Los dos tirados aferrados a ese instante,
las horas extensas acompañan nuestro sueño,
sueño que solo al final, solo vos y yo
sabremos si fue realidad,
según como lo imaginaste, según como lo pense,
tus palabras algún día diran,
qué tan cerca de lo real fue ese momento,
hasta cuando tus labios besaran los míos,
a modo de bienvevida, quizas,
a modo de cruel despedida,
no voy a dejar que pase, otra vez,
tanto tiempo sin revivir este instante que inspiro este soneto,
ese beso que desperto esta canción,
Ese efimero y preciso momento,
que vos y yo, estemos juntos...

miércoles, 27 de enero de 2010

Un nuevo robo


Cuando piensa en el tiempo que no comparto con ella, cuando estan tan bien los dos, no entiende el recreo que sus manos se toman por no estar juntas.
Intenta recorrer los minutos que pasaron juntos, intenta ser eso que tanto les cuesta.
Se pregunta tantas cosas, todo el tiempo y piensa,¿ vale la pena?, y ahí otra duda.
Vale la pena, qué frase mas adversa, qué cosa vale la pena, sus palabras, el sentido que les doy, lo que quiere entender, lo que escucha, lo que ve y lo que no quiere mirar.
Observa detenidamente el calendario, falta poco para verse. Piensa serenamente si quiero verla, es extraño, ese lugar que tantos recuerdos le trae, tantos momentos vividos en ese complaciente lugar frente al río.
Como siempre llega primero que ella, ve su reflejo en el agua y observa como muerde sus labios, ansiosamente, a la espera de la mujer de sus sueños.
De lejos la observo caminar, su corazón parece detenerse, sus ojos lloran de emoción al abrazarla, al sentir como sus brazos se entrometen a través de su cuerpo, siente como su cuerpo desfallece en ese instante.
La mujer esa con la que soño tantas veces, desde hace años, tan ideal, tan para él, que nuevamente la siente tan cerca, con un beso en la frente se despide.
Sus manos sueltan su cuerpo, sus ojos dejan de verlo, su lengua se mueve para decir esa última frase, casi que la escupe, sus pies caminan hacia atrás, lo señala y llevándose la maquina que nos hace vivir le dice, sin el combustible de mi amor, ya no necesitas mas esto, tu corazón.
Gira y se retira, mientras cae de rodillas en ese lugar tan lleno de magia quedando ahí varado, otra vez sin que nada.
Sin amor, sin ideal, sin corazón, ahora sí, nada vale la pena.

lunes, 25 de enero de 2010

Ellos, solos en un cuarto



El pequeño hombre había abandonado el cuarto y se dirigía seguramente hacia el cuarto de la derecha, el próximo.
Caminaba pausadamente como dejando un pesar detrás de él lentamente se acerco, ingreso y cerró suavemente la puerta.
Su imagen se agigantaba frente a la persona elegida, con un juego de sombras en la pared su imagen aumentaba de tal forma que creaba una gran sensación de suspenso, casi de terror.
En los pasillos no se escuchaba ni un rumor, los cuartos de espera despedían un fuerte olor a humedad a abandono, las paredes grises, llenas de sombras de personas que alguna vez habían llenado esas vacías sillas.
Con sus extrañas ropas y la última persona de todo el día frente a él, decidió cambiar su rutina. Su rutina ya lo aburría a esas altas horas del día.
Hoy decide que esa última vez sea distinta, él invita a ponerse de pie a ella, le suelta el pelo, suavemente acaricia sus extensos brazos, camina a su alrededor haciendo que su mirada sea un piropo, un mimo.
Ella de pie solo espera. Sus ojos cerrados sintiendo el viento que deja él al caminar tan cerca, tan despiadadamente.
Una vez más, él se encuentra agotado, está cansado de hacer siempre las mismas cosas que las personas no entienden entonces lo mal catalogan.
El no tiene ni un gramo de maldad en su ser, solo lo hace porque es su trabajo, es una orden.
Con una gran lastima, se prepara a realizar su última tarea del día, luego de varios segundos de más, de varios segundos perdidos de su jornada sutilmente ata las sedosas manos de ella, ella sigue en pie sin despedir ni un solo sonido, a la expectativa.
Él sigue con la idea de cambiar su tarea de hacerlo de otra manera, se acerca a ella, la mira, se acerca hasta que sus narices choquen, ella como un leve reflejo tiende a quitar su rostro hacia atrás y en ese preciso momento el zarpa su ultimo y letal movimiento, la besa.
Él sentado en esa habitación donde ya no entra el sol, con ella recostada sobre sus esqueléticas piernas, los dos solos, mirándose mutuamente sus ojos ya vacios, pidiéndose perdón en silencio, pidiendo una nueva oportunidad, en distintas circunstancias, una mejor opción para vivir ese último momento pleno, sin ataduras, sin miedo, para siempre.

jueves, 21 de enero de 2010

¿Cómo hacer reír?




Un gran misterio se escondía detrás de tan hermosa sonrisa, cada vez que ella reía, las personas quedaban petrificadas, perdidas, adictas.
Esa sonrisa devastaba persona que se le ponía enfrente.
Un día como cualquier otro salio a caminar por un lugar desconocido, sabía que algo estaba por pasar, por eso no paraba de reír.
Caminaba sin miedo pero con una extraña sensación de persecución, de vigilancia...
Su asesina sonrisa comenzaba a desdibujarse, sus manos sudorosas se sostenían entre si, esperando el reto más grande de su vida.
Sus ojos buscaban en la estrellas el camino que nuevamente la guíe hacia la dulce y letal victoria, como todas hasta ese día.
Hasta su finísimo pelo estaba tenso, sin miedo, tensa como pocas veces, al bajar la mirada del firmamento, aparece él frente a ella. Con una sonrisa tan esplendorosa como la que ella había sostenido hasta hace una oración.
Fijamente sus ojos se trenzaron en una batalla de poder, de luz, de oscuridad, fijos como dos estatuas. Ninguno había podido reír espontáneamente nunca, solo para aniquilar corazones, para dejarlos enamorados tirados por ahí.
Esas dos sonrisas eran la perfección, juntas podrán dominar el mundo, ese mundo que generan de solo verse, esos ojos que ahora lloran por no poder moverse, por no poder expresar de ninguna manera lo que les sucede.
Ella clava los ojos en el firmamento haciendo sentir envidia a las estrellas por su brillo, él intenta seguir con la mirada puesta en ella sin poder creer semejante hermosura.
En un leve movimiento él se anima a tomarle las manos, y la magia sucede, ella baja la vista, la guardia... mientras las estrellas se pelean por bajar, la luna los ilumina, más blanca que nunca, el viento que los acaricia, mientras que el amor fluye entre ambos personajes de esta historia.
Esta historia que alguna vez escribió alguien más, loco por reír, por hacer reír y que ahora encuentra en esas dos personas, en esos cuatro ojos, una nueva manera de expresar lo que el amor sintió esa noche que al mirarse en un espejo, volvió a quedar solo...

miércoles, 20 de enero de 2010

Urgente amar



Publico aquellas palabras que al mirarte no puedo decir.
Intento describir lo hermoso de tus ojos y no encuentro palabras dentro de mi diccionario de amor desvencijado.
Es casi una necesidad hacerte saber, que conozcas como pasan las cosas, es tan lindo tenerte cerca y tan linda la sensación de extrañarte a lo lejos.
Abrazados casi sin querer, mientras la luna alumbra nuestro momento, tan improvisado, tan completo.
Te bese tanto antes de que partas, quede inconciente frente a vos, frente a nuestra despedida. Sabía bien que no ibas a volver, aunque no lo dijiste, yo lo sabia.
Es lo mejor para los dos, lo que no significa que no duela, te fuiste tan dulcemente besando mi mano, sonriendo, despidiéndote de lo que ambos habíamos creado, en todo ese tiempo que nos prometimos amor.
Escribo porque aun la herida del corazón sigue bañada en sal, ardiente de un intenso dolor, el cual solo calmaría tu mano sobre mi espalda, el beso en mi frente y tu voz pidiéndome que por favor deje de esperarte.
Los dos sabemos que nos vas a volver a compartir ya nada conmigo, nada de todo que lo hicimos, nada...
Hoy vuelvo a levantar la cabeza y encuentro aquellos ojos que alguna vez fueron mi mapa, fueron nuestro podeo, nuestro lugar.
Una capsula mágica calmara el dolor, en una capsula conoceré ese nuevo amor, lleno de vida, de brillo, casi como una necesidad, necesidad de que me abracen, me den paz, me llenen de besos, de planes, de palabras, de vida, de amor...

lunes, 18 de enero de 2010

Momentos


A veces a los seres humanos nos cuesta mucho aprender a administrar nuestro tiempo. Uno siente que nunca es sufiente o que desearia que el tiempo en algun momento determinado se detenga.
Reflexiono a menudo sobre el tiempo, por qué en ese momento no se detuvo, por qué ese beso fue tan efimero, ese abrazo, ese dialogo, esa amistad, ese tiempo.
Buscando dentro de cada uno de todas las personas que me rodeo encuentro con cada uno un momento donde hubiese deseado que el tiempo de detuviera...
Ahora si el tiempo por momentos, tantos momentos que yo daria cualquier cosa porque para que la agua del reloj deje de marcar los segundos tan autoritariamente, se detenga, hubiese pasado tanto tiempo rodeado de gente así?
Gente distinta, en circunstancias diferentes, de similares formas de pensar o totalmente contradictorias, formas de hablar, de querer, de ser, muchas personas todas distintas, de diferentes momentos, de diferentes tiempos...
La locura del tiempo nos hace ver hacia atras y tambien pensar a futuro, sé muy bien que mirando atras aprendemos a corregir errores, tambien se donde y en que momento encontrar a cada uno de todos ustedes, y tengo en claro que a futuro, pueden ser más pueden ser menos, pero muchos seguiran formando parte de este tiempo, denominado vida, que decidimos compartir juntos, de alguna manera, en cualquier circunstacia, en diferentes momentos y donde el tiempo siempre nos jugo una buena pasada, ¿sabes cuando? no ese día que caprichosamente quice que se detuviera, sino ese día en que nuestras vidas se cruzaron y pudimos ver en cada uno de nosotros esa personas que alguna vez esperamos, esa que esta ahí, siempre, escuchando, riendo, viviendo juntos a nosotros ese tiempo hoy tan felíz me hace, tan felíz nos hace.
Que el tiempo no se detenga...

Dedicado a aquellas personas que decidieron compartir algun momento de su vida conmigo.

viernes, 8 de enero de 2010

La foto que no dejo de mirar

Esa foto tan simple, tan espontanea, tan actual.
Esas manitos sucias de plastilina, de tierra, de jugar.
Ese rostro tan brillante, tan celeste, tan real.
Esos ratos a solas tan buscados, tan simples, ratos de jugar.
No creo todavía lo que la vida me da...

Sos esa persona capaz de hacerme cambiar.
Son tus ojos el reflejo del amor incondicional.
Sos lo que tanto espere, el reflejo de mi realidad.

Ambos conocemos nuestros ratos de felicidad.
Los dos hacemos miles de cosas que nos acercan cada vez más.

Escribo, porque no puedo parar de llorar.
Escribo para decirte tantas cosas que algún día entenderas.
Escribo porque lo necesito, hoy más que nunca.

Tus disparates son la risa aquella descontracturada antes de marchar.
Son mis pensamientos y nuestra futurología que las cosas pueden cambiar.
Sos el reflejo mejor creado de lo que siempre quice lograr.

Sos mi hijo, sos mi amor, sos mi vida, mi corazón...
Mi sangre, mi pasado, mi presente, mi vida desde el principio hasta el final.
Mis lagrimas, mi amor, mi felicidad.
Tan lindo, tan travieso, tan sereno, quiero ser tu tranquilidad...

Tan natural, tan simple, tan real.
Te amo con todo mi corazón,
mi hermoso Bruno Tomas...

domingo, 3 de enero de 2010

Idealizar todo



Caminaba de un lado para otro, dejando que nada quede librado al azar. El listado de cosas que tenia en su cabeza estaba terminado, faltaban aquellos detalles pequeñísimos que rozan lo obsesivo.
La cena en el horno, las bebidas en su frío justo, la mesa cerca del balcón donde se puede apreciar la noche, nunca mejor predispuesta, nunca mejor pensada.
Vestido para la ocasión, nervioso por la espera, acomodaba las rosas que había dejado sobre la mesa y leía una y otra vez la tarjeta donde declaraba todo lo que le pasaba…
En el living solo había quedado la mesa redonda con una especial de improvisado mantel negro, y las dos sillas enfrentadas y las velas todavía sin prender.
La hora se acerca, sacaba su transpiración con un pañuelo y se planteaba si la idea del traje había sido correcta. Suena el timbre, el pasillo largo hasta el frente de la casa, los hacia verse allá a los lejos. El camino seguro hacia la puerta de entrada, antes de abrir la mira a los ojos y comienza a realizar un recorrido por todo el cuerpo de ella, hasta llegar a sus pies. Sin poder creer lo que esta por pasar abre la puerta con un gesto de caballerosidad. Ella se acerca, su perfume es único, es ella. Se saludan y sin hablar de los nervios, o de amor, caminan hacia adentro de la casa.
El antes de entrar, le pide que lo espere un segundo detrás de la puerta, él rápido ingresa baja las luces y enciende las velas y la música, todo junto. Mientras suena ese tema tan cursi, que a ella tanto le gusta, el camina hacia la puerta en busca de su mujer.
La invita a ingresar, ella no puede creer la casa, la mesa, el brillo de todo, se detiene un segundo a pensar, escucha su tema, da un medio giro y lo besa, como la primera vez, como la ultima, sus labios se necesitaban, sus manos se abrazan, su pelo se suelta, los cuerpos fundidos crean el clima ideal, la utopia del amor deja de serlo, ellos hacen que se vuelva una realidad, sin importar que pase afuera, aunque la lluvia de acuerdo al momento comienza a caer sobre el patio, se acercan al balcón, algunas gotas mojan sus manos unidas, sus ojos brillan tanto como la luz de las velas que de a poco se van consumiendo.
El tiempo en esa habitación se detuvo, las ropas por el suelo y una música romántica atrás de la otra para inmortalizar el momento donde el odio y el amor, hicieron el amor por primera vez.