Media Vacía...

Veamos...

Mala decisión es hacer algo que uno no tiene ganas, creo firmemente que la felicidad a veces es poder elegir hacer lo que uno tiene ganas.
No tenía ganas y lo hice igual, resultado de esto, un par de días nefastos, rodeado de falsedad e hipocresía.
Que fácil para algunos criticar, enjuiciar y hasta decir cosas sin conocer ni siquiera a la persona a la que dirige el discurso. 
Caras de culos por doquier, malos tratos, discusiones, un lugar que ya no es mío y un mal ejemplo.
Nada quedo de lado. Nada. En solo 48 horas o en un segundo la vida de las personas puede cambiar para siempre.
La verdad es que poco significan las palabras cuando algunos sentimientos inundan el alma o los ojos.
Días de reclamos, días de gritos y de llanto. Lamentablemente, días olvidables.
Se incendian detrás mio horas de profundo análisis, de mucho dolor y una gran soledad sentimental que no la puede llenar nada.
A levantar la cabeza y mirar para adelante, ya no para los costados, todo cambio es positivo, siempre.
Creo que un individuo en algún lugar del mundo, a mi botella que siempre estaba media llena, le hice un agujero y hoy esta vacía.

Que hace uno para que se le cumplan los sueños?

Miles de millones de personas convivimos en el mismo planeta. Todos tenemos un fin en esta vida y cada uno de esos miles de millones en un momento particular de su vida se plantea un objetivo, ir detrás de un sueño.

Ahora los sueños de todos ustedes, son posibles de cumplir, que haces de tu vida para cumplir lo que te propones.
En que etapa de tu vida estas, cuales ya recorriste, cuales dejaste atrás.
Estamos los que creemos que la vida es una sola, a veces demasiada corta, a veces no del todo justa, no siempre uno hace lo que tiene ganas, a esas personas los llamamos locos.
Debemos reflexionar y escaparnos del sistema para vivir como realmente queremos, aquellos grandes placeres de la vida, esos caros, esos lejanos.
Lo único que pienso y que no es un pensamiento propio es que todo, absolutamente todo lo más lindo de la vida es gratis, el amor, los amigos, los abrazos, los sentimientos, ahora lo segundo, esos placeres como viajar, recorrer lugares exóticos, desenvolverse a través del mundo sin preocupaciones, esos placeres y los segundos en el orden de disfrutar, son los más caros de todos, absolutamente.
Uno para cumplir sus sueños, no necesito mucho más que estar convencido de lo que quiere, dejar los miedos y a veces hasta los compromisos de lado, para lograr aquello que cada uno de todos nosotros nos planteamos como fin, como objetivo de nuestras vidas.

Hoy el regalo lo elegís vos..

Ya va a ser mucho el tiempo que paso. Ya ni se me ocurre contarlo, a veces se me confunde, pero la mayoría de las veces lo tengo en claro.

Hace varios años que incansablemente viajo, casi siempre a los mismos lugares, tal vez a buscarte, a demostrarte todo lo que crecí en este tiempo, la persona que llegue a ser.

Que cantidad de momentos, horas, meses, años. Tristes años sin comprender un montón de cosas en esta carrera que jugamos todos los días y que llamamos vida.

Encontrar en los pequeños detalles la excusa perfecta para ser un poco optimista, para ver el vaso medio lleno, instantes de felicidad en los que vos ya no estas.

Desandar un camino durísimo, cargado de batallas y obstáculos, con un solo fin. Años de lucha, de miles y millones de sonrisas, abrazos, chistes, anécdotas, amigos, familia, y un enorme etcétera detrás de todo lo que voy construyendo a mi paso.

Que será de vos, que será de tu imagen, esa que dejaste acá conmigo. Esa foto imborrable, ese abrazo inolvidable y esta carta que nunca te pude leer.

Estos brazos esperan ese abrazo, espero escuchar tu voz, prefiero reír ante todo, elijo seguir adelante.

Quiero que nos sentemos a conversar, a sentir otra vez ese montón de cosas.

Estas vez te invito yo, son solo 10 minutos, te quiero regalar una canción, un chiste, una caricia, un abrazo, un beso, te doy todo eso que te falto para elegir seguir siendo quien fuiste y quien marco mi vida para siempre.

Vení, es solo un rato a comparación a todo el tiempo que llevamos sin vernos, quiero que elijas algo para llevarte de vuelta, quiero que estas vez te lleves algo, quiero que veas una foto y me dejes un par de palabras, algo, cualquier cosa, con eso me basta. Con lo que hiciste por mi basta y por eso quiero devolverte algo. Hoy quiero que el regalo lo elijas vos.

El hombre del sombrero...

El soñaba con desplegar sus ideas al mundo. Pensaba y se ilusionaba con todo lo imaginaba poder hacer. Programaba su vida a raíz de sus ideas, se divertía hasta sacando cuentas de sus gastos y de aquellas ganancias que le daría cada uno de sus proyectos.
A pesar de que quería desplegar sus ideas, David siempre utilizaba sombrero.
Sus ideas de truncaban, se anulaban ya que nunca ninguna pudo ser llevada a cabo. No era que eran muy locas o muy vagas. Para el eran ideas serias, bien diagramadas que poniéndolas en funcionamiento, le cambiaria la vida a muchos, incluyendo a David.
Día tras día, hora tras hora, se sentaba a ver el amanecer y comenzaba su rutina, idear, proyectar y afianzar esas genialidades que junto con las noche se acostaban debajo de su sombrero para no despertar y dar lugar a nuevos proyectos, otras ideas.

Y así pasaron los años y años, hasta que un día de tanto pensar dio fruto una de sus más simples y estupendas ideas.

Se despertó, sintió una claridad única, fue un momento en su vida irrepetible.

Apoyo su sombrero en el suelo, tomo un tarro de pintura y expuso su idea sobre un muro.

Al terminar su obra maestra, justo antes de anochecer, David se sintió realizado, unos de sus sueños se había hecho realidad y con esto la vida de muchos cambiaria.
Observó, exhausto, se recostó debajo de la formula secreta de su idea y durmió.

                                                

Cuando estan conmigo...

Fueron solo unos segundos, mientras la música acompañaba mi imaginación, intente dibujar un momento.

Empecé por una boca, llena de dientes relucientes, sonriendo, hablando de fantasías llenas de colores, de aventuras y sueños.
Continué, y al lado dibuje una sonrisa, esta un poco mas grande que la anterior, luminosa a mas no poder.

Estaban muy cerca, casi pegadas. Podría decirse que era un dibujo casi sin sentido, pero no.
La música hablaba de nuestros deseos o por lo menos de aquellos míos que luego fueron de ustedes.

Una vez alguien dijo que mi especialidad era dibujar momentos, esta vez dibuje uno para mi, el más feliz de todos, ese momento cuando ustedes están conmigo…

Sin entender

Hoy escribo para no explotar. Siento que ya no tengo con quien hablar, quien entienda, lo mínimo, pero nadie me entiende.
Necesito que por un segundo no me interrumpan, que me dejen ser, abiertamente lo que quiera. Estoy enojado y no se si gritar o callar. Siento que aunque grite, nadie va a escuchar mi reclama, tampoco se a quien se lo dirijo.

Hoy digo basta, me canse. No quiero recibir más palazos de anónimos y mucho menos de personas cercanas.
Me siento herido en lo más profundo de mi ser, herido de forma permanente.

Lo peor de esta situación es que solo yo tengo que actuar para poder resolver, nadie me tiende una mano ni me allana el camino, que creo es lo que hoy necesito.
Encontrarme cómodo, sencillo, feliz, hoy es bastante complicado, me cuesta hasta sonreír.
Lo mejor de todo esto, es que de todo se aprende, todo te deja una enseñanza que hay que saber aprovechar.
Y lo malo de esto mismo, es que he aprendido demasiado y varias veces utilice esas enseñanzas, pero sigo aprendiendo y poniendo en practica.
Dicen que soñar no cuesta nada, lo confirmo, sólo que yo hoy sueño que alguien me allane el camino.

Un héroe sin capa, mi héroe.

Fue hace muchos años. Una tormenta azotaba la ciudad. El fuerte viento golpeaba los postigotes de la ventana como queriendo ingresar violentamente a destruir todo. 

Dentro de esa habitación solo un niño de unos 10 años, se cobijaba en su cama, los ojos bien abiertos mirando entre la oscuridad, el techo.

Entre las sabanas no encontraba el consuelo de sus miedos, como conciliar el sueño, tener un segundo, para que se esparzan los fantasmas, para cerrar los ojos, para que el sol se convierta en día, en azul y escapar de la negra oscuridad.

Hasta ese momento, cuando apareció él.

A diferencia de todos, él no realizo ninguna espectacular entrada.

Ingreso por la puerta de habitación, con el mayor de los silencios como aliado. Al entrar en la habitación en la que se encontraba ese niño, el viento ceso de manera mágica, hasta parecía que había más luz dentro de la noche.

Sin capa, sin espada, sin trajes, el poso su mano sobre el agitado pecho del infante, que parecia calmarse.

Pronuncio unas palabras, -Tranquilo, acá estoy-, la tormenta se alejo en ese preciso instante.

Sin super poderes, sin armas, con todo el amor del mundo, sostuvo su mano, se recostó a su lado, apoyo su regordeta mano sobre el oído para que los ruidos externos se alejaran por completo.

Sin pelear, sin insultar, abriendo las puertas a los más hermosos sueños, en compañía de su sangre, en menor tamaño, con las mismas patas chuecas, la misma mirada, la exacta forma de pararse.

Ahí estaba mi héroe, donde nadie volaba, donde no existían grandes ciudades más que mi habitación, donde la maldad era una simple tormenta, donde su paz lo convirtió en mi referente, su bondad en mi orgullo, sus miedos en mi héroe.