domingo, 14 de noviembre de 2010

Solo escribo

Miles de personas caminado al mismo tiempo por las distintas veredas del mundo. Geniales ideas combinadas para mejorar el bienestar del ser humano a cada segundo. Arduas cabezas que se expanden a través de ideales que buscan concientizar a otros a perseguir los mismos fines.
Millones de personas mirando el cielo antes de subirse a un avión para emprender un viaje, con cientos de diferentes destinos.
Manos que acarician un instrumento para acompañar letras dedicadas a ser oídas por aquellos amantes de la música.
Incontables pies que bailan al ritmo de cientos de miles de compases distintos, sin darse cuenta que ayudan al mundo a continuar girando.
Intrépidos estrategas congeniando planes de invasión, malignos propósitos de guerra y nefastos intentos por conquistar aquello que no saben dominar y no pueden entender.
Miles de carteles expresando ideales, broncas, carteles de regocijo, implorando justicia, pidiendo perdón, felicitando, agradeciendo en innumerables idiomas, alrededor del planeta.
Múltiples utópicos mirando las estrellas imaginando su futuro, repensando su pasado y planteándose aquellas dudas existenciales sobre su presente.
Horas de cámara corriendo a través de una cinta peleándose por querer dejar en la historia la película mejor contada.
Millones y millones de lagrimas corriendo sobre una mejilla, asegurando la eternidad de los mares y envidiando la luz que irradian otro sin número de sonrisas que iluminan la cara de aquellos que viven felices momentos, en este preciso instante.
Seres humanos respirando profundamente, todos a la vez, robándole el aire a la atmosfera para devolverlo milésimas de segundos después y hacer girar la tierra, incontables número de acciones que dan curso mientras, cientos de relaciones comienzan, miles de manos que se estrechan, millones de bocas que se besan, incalculables, mientras yo sentado frente a la compu, extrañando, solo escribo.