lunes, 15 de marzo de 2010

Sensación extraña


Una sensación extraña invade las horas. Un tornado de preguntas me rodean, hasta marearme, sin saber muy bien donde encontrar las respuestas.
La sensación cada vez ocupa un lugar más grande, paso las horas intentando resolver y solo logro descifrar que este gran interrogante se resuelve de a dos.
Creo que alguna vez puse en orden estas preguntas que ya en alguna ocasion pasaron por mi cabeza, de a poco le fui encontrando una respuesta supe como priorizar e intentar no equivocarme.
Abro los brazos para sentir el viento, ese viejo lugar donde estoy parado y que hace tanto no pisaba. Ese abismo entre millones de cosas por delante y miles que uno va dejando atrás.
Con aerosol dibujo una línea roja delante de mis pies, es un limite entre el pasado y lo que viene, entre mi vida y la tuya, entre mi forma de pensar y como me haces sentir.
Me acerco al borde, dos pasos delante de la línea, todo queda atrás, delante mío, la mismísima nada y todo, solo a un paso.
Entre las nubes, veo como me miras, siento un viento que golpea mi espalda empujándome, llevándome hasta donde nunca llegue, tal vez por miedo, por inseguridad, por esperar tantas veces el momento justo o simplemente tal vez por pensar demasiado.
Pongo un pie en el aire, esta vez no tengo miedo, sostengo tus manos y sonrío, seguís mirando hacia mí esperando el ultimo paso.
Tus manos son mas pequeñas que las mías, te entrego los brazos, cierro los ojos e inclino el cuello hacia arriba, hacia el cielo, donde las estrellas brillan como nunca, como tus ojos, y ahí doy el salto final… esperando que no me sueltes, esperando que estés ahí cuando despierte, cuando me de cuenta que el impulso lo tomamos juntos.