martes, 27 de febrero de 2007

Princesa...


Que será de mis manos cuando las tuyas estén lejos y no haya nada que las sujete. Que será de mis lagrimas cuando en la despedida no estés para secarlas, se que te va a importar que será de la sonrisa y del brillo de mis ojos al verte, se que te preocupara, se que pensaras en mi, que me vas a extrañar y hasta por ahí acordándote de mi, tus ojos derramen gotitas de tristeza por algo tan intenso, tan fuerte que no pudo ser...
Yo se que si lo crees correcto en algún momento vamos a estar bien, porque todo pasa, el tiempo cura hasta el dolor mas fuerte, pero ahora me pregunto que va a ser de todo lo que siento, me decís que se convertirá en dolor, y si es así, si el amor se convierte en dolor como hago para seguir, con el corazón en partes, como hago princesa???
Ahora somos dos los que lloramos pero lejos, sin nadie que seque nuestras lagrimas, sin abrazos llenos de ternura que nos inunden de alegría, sin besos compañeros que nos llenen de energía para que podamos sentir, para poder ser, ser esto hermoso que somos, porque también se que esto es único, que esto me encanta, porque siento que cada vez que te alejas me muero y que en cada despedida te llevas algo de mi.
Sos increíblemente importante, increíblemente necesaria, increíblemente hermosa y perfecta hasta el más mínimo detalle, entonces ahora, amor, me pregunto, queres esto???

miércoles, 7 de febrero de 2007

El banquillo


-Esto puede dañarte- se dirigió hacia mi el extraño vestido de negro. Con un simple gesto de desinterés lo saque de quicio a lo que el desconocido intentando intimidarme acoto -¿ No te animas o tenes miedo?. Afirme con la cabeza y accedí al reto. - Por acá- señalo una puerta. Sin nada que decir pase y admito que varios sentimientos se entorpecieron en mi, hasta llegue a sentir miedo.
Al entrar note frente a un espejo un banquito de madera en bastante mal estado y viejo, el espejo tenia partes marrones de la humedad y el algunos lugares deformaba la imagen.
El hombre que seguía parado detrás mío sin todavía presentarse comenzó a explicarme, - sentaté ahí en el banquillo frente al espejo, en unos segundos te quedaras solo y todo comenzara a funcionar- su acento era tan raro como recio, sin cruzar palabras noto como el individuo abandono el sombrío lugar.
Al estar solo sentado, incomodo, frente al espejo, intento comenzar a ver mi imagen reflejada el espejo sin ningún éxito.
Sin poder mover las piernas para pararme, como atornillado de duda al banco, aburrido de no escuchar, de no ver, la boca seca porque la impaciencia aumentaba a cada segundo y la incertidumbre casi desesperaba. En un parpadeo de sueño, el vidrio reflejo un rostro, intente mirar pero sin poder ver, nuevamente cierro los ojos y ahora son varios los rostros que siento que aparecen sobre el vidrio color plata, sin notar a quien pertenecen y su significado, el sudor frió comienza a recorrer mi cuerpo, el espejo en milésimas de segundo me muestra mi vida, mi vida por completo, al lado del extraño, aquel individuo vestido de negro, el pertenecía a mi vida, y yo todavía desconocía su nombre, ese hombre sin genero, que blasfemaba a mi oído, quiso un día llegar a mi, intentando demostrarme que existe algo que nos domina, nos mueve, nos gobierna.
Ahora despierto, me encuentro parado frente al espejo y se que conozco la verdad, de todo, sin poder utilizarla, porque en ese segundo de conciencia noto que estoy encerrado, no se por cuanto tiempo, tal vez para siempre, en ese segundo donde tal vez, encontré todas la respuestas, en ese valioso segundo, donde ahora ya es tarde...