lunes, 21 de junio de 2010

Sueños a cuerda



En un determinado momento sus ojos se llenaron de lagrimas así como su cabeza de sueños. Imaginaba un futuro totalmente lleno de vida, de sonrisas, de besos, lleno de amor.
Su sonrisa dibujaba huecos en sus mejillas, irresistibles para él. Su forma de hablar doblegaba todo sus viejas costumbres, lo hacia ser mejor, hasta más feliz.
Había descubierto algo increíble, una forma de sentir distinta, como nunca había sentido antes.
Ella sin querer se cruzo en su camino, él había salido a buscarla hacia ya mucho tiempo. Como de repente el sintió como sus emociones controlaban su cuerpo y su mente, como temblaba frente a ella pero sin titubear las palabras, seguro de lo que le pasaba quiso un día poder explicarlo, y fue en ese momento cuando se quedo sin palabras, fue ahí cuando ella supo lo que pasaba…
Ella había sentido eso tan intenso, había escuchado las palabras, una más segura que otra, estaba hipnotizada por su voz, por su forma. Sentía y no creía lo que él buscaba encontrar en ella, él le aseguraba su vida, amarla, acompañarla, él le había entregado su corazón con forma de elefante y ella una vez con los ojos llenos de brillo pudo sentir como latía. Ese corazón latía por ella, latía por sus ojos, por su boca, por sus sueños, que ahora se dibujan uno detrás de otro, completando todos los casilleros del juego, llenando cada instante de sus vidas acompañados, ya nunca más solos.
Él y ella saben muy bien donde quieren ir, saben además que van a ir juntos, juntos para siempre, ya no necesitan nada más que su compañía, más que oírse decir cuanto se aman, cuanto son capaces de hacer, el uno por el otro.
Él le promete amarla siempre y a cada instante un poco más ya que cree que cuando se ama, nunca es suficiente, ella le promete eternidad, lo quiere con ella.
Ambos le dan cuerda a cada una de sus vidas para no dejarse estar, para no dejarse morir, pero si para darse la oportunidad de verse, de sentir, que en cada mirada tan profunda como el océano, ambos mueren de amor y reviven en sueños.

sábado, 5 de junio de 2010

Nuestros caminos son uno, nuestra vida es juntos, nuestros sueños uno, y nuestro amor, todo el cielo...



¿Cómo no acceder a un pedido explicito del corazón?
Descifrando el anagrama amor, aprendiendo a caminar de nuevo.
Corriendo detrás de un sueño, corriendo detrás del amor.
Tus manos sostienen mi cuerpo, tus ojos iluminaron mi camino, tus pies caminan juntos a los míos.
El sonido de tu voz activo mi maltrecho corazón, tus palabras cambiaron el sentido a mi vida, en el momento que estamos juntos, me prestas el mejor lugar para estar.
Llegamos de imprevisto, cada uno por su lado, pero en un instante de compartir algunos minutos, nos dimos cuenta que nos conocíamos desde siempre, y que el destino nos fue preparando para vivir a partir del momento que nuestras miradas se cruzaron el amor que tanto esperamos.
Mi corazón vuelve a latir en tus manos, mis ojos ven gracias a la luz de los tuyos, tus manos son la mejor compañía de las mías.
Nuevas sensaciones invaden de manera progresiva mis días, tu voz dibuja sueños en mi mente, escribe canciones que me cuentan de un amor eterno, de un amor increíble, de un cuento nunca antes escrito.
Escribiendo siento que no se a donde se dirigen mis palabras, ni como explicar lo que siento, solo sé que deben llegar a lo más profundo de tu ser.
Prometo cuidar, comprender, escuchar, abrazar, acompañar, hacerte reír, hacerte bien, hacerte feliz.
Vuelve a latir, vuelvo a vivir, cambiaste mis días y sin vos no quiero nada, sos todo lo que soñé, le diste sentido a todo, hasta al “para siempre”…
Me enseñas todo, me caigo en tus brazos y me enamoro cada vez más de la mujer más hermosa del mundo. Le pusiste color a mis días, diagramas mi vida de otra manera, sos todo lo que siempre soñé, sos mi vida, mi corazón, lo indispensable.
Caminemos juntos, toma mis manos y llévame donde quieras, nunca me sueltes, que yo nunca me iré, me mostraste el camino, me enseñaste como debe ser, el instante en que nuestras vidas se cruzaron para formar eso que tanto imagine, aquello que sin querer encontré, la vida que siempre quise y hoy deje caer, en tus brazos, en la persona que debe ser.
Aquella que me desvela, la que mira el reloj esperando el momento, ese en que los dos cerramos los ojos y donde no existe exterior.
Te encontré y ya no quise irme, te abrace y nunca quise soltar, te bese y llegue a sentir que nunca había besado, te miré y me enamore de tu ser.
Hoy sin cerrar los ojos te invito a soñar, sos la persona con la quiero estar, con la que quiero compartir, mi vida a partir que te cruce, que titubeando mis palabras pero nunca tan seguro, en el aire escribí “siento que te amo” y supe que a partir de ahí, nuestros caminos son uno, nuestra vida es juntos, nuestros sueños uno, y nuestro amor, todo el cielo. Te amo…