viernes, 19 de enero de 2007

5 años


Odioso 16 de enero otra vez, como hace 5 años la horrenda sensación del abandono, de la impotencia, de la bronca, del adiós.
Escondido, angustiado, intentando perdonar, comprender, no llorar.
No llorar las ausencias, la tuya, respetar tu decisión, para poder continuar, acá parado frente a circunstancias injustas, con dolor, con ganas de arrancarme el corazón del cuerpo para poder darte parte de mi vida y que la podamos compartir, como antes. Como antes de mis 18 años. Que ingenuo me siento al mirar atrás y pensar que todo el tiempo te escribía que de grande quería ser como vos, y ahora acá estoy grande, sin vos para que me puedas ver, crecer, luchar, ser.
Acá estoy 5 años mas tarde, lejos de nuestra casa, lejos de tus restos, de la familia, incluso de mi hijo, para poder mostrarte a vos y solo a vos que si se puede, que le escapo a mi peor enemiga, que la oscuridad no me aterra, que la soledad no me golpea, que mi enemiga la depresión, no tiene un puto lugar en mi vida, porque acá estoy de pie, como vos me ensañaste, porque estoy con vos, porque estas con nosotros, porque te pienso y te extraño, por todo lo que sos, por todo lo que me dejaste, donde quieras que te encuentres, acá esta tu hijo, Evelio, esperando el abrazo, la respuesta, tu compañía, tu consejo, tu palmada en la espalda, tus risas, tu voz, tu llanto, a vos, porque te espero, porque te necesito, porque a pesar de creer ser grande, vos fuiste mas grande aun, y hoy desde acá te digo y me fundo con vos en el mas sincero abrazo y perdón por el error, por el llanto, por la debilidad, te sigo necesitando como hace 5 años, que contradicción, 5 hermosos años, de aprender, de vivir, de intentar ser mejor, ser como vos...
5 años, si es mucho tiempo. Te extraño.