viernes, 3 de octubre de 2008

Sin coraje


Desde que lugar siniestro me miras. Tus deseos de amor son tan temibles como tu oscura curiosidad por morir de a poco.
Todos los días morimos como también vivimos cada vez más metidos en lugares que conocemos y desarrollamos a razón de las horas, de los días, del tiempo.
Te fijas en mi, me miras desde no se bien que lugar, no hablas. Solo te expresas para escapar del encierro de tu alma que atormentaste más de una vez, sin aprender, sin dejar cicatrizar, sin madurar las perdidas, el dolor, la inconciencia de no saber para donde se dirige la brújula de tu vida. Puedo escucharte y ser paciente, todo el tiempo que necesites, tenés toda la libertad conmigo de ser quien quieras ser, quien debas ser.
Tu tristeza interior y tus ganas desmesuradas de reír, me cuentan mucho de vos, me da mucha ternura cuando reís y me llenas de dulzura.
Sin darme cuenta cada vez que estoy de espalda a vos tu mirada es una daga que me acuchilla sin sentido, tenés miedo, tenés un miedo de esos que se notan en el espacio, se percibe en el ambiente tu miedo a valla saber que cosa, me gustaría saber, sin intrometerme demasiado.
Hoy se que puedo teñir hasta el más tenebroso deseo en algo lleno de luz, de color, de vida y de risa. La vida es complicada cuando los obstáculos se presentan a través de terceros que impiden el camino lizo, llano, cuando la enfermedad se encuentra en los cuerpos de los seres que uno quiere. Uno debe ser conciente de eso, uno no puede complicarse la vida por motu propio, uno debe vivir intentando lo mejor para uno y para cada uno que nos rodean, uno no se puede enfermar en contra de si mismo, uno no puede ocultarse detrás de una mascara, todo el tiempo, porque el tiempo se consume, la vida es tiempo y no podes dejar de vivirla, porque es una, ni el más peligroso deseo de muerte puede opacar tu vida, tu sonrisa, el brillo de tus ojos y el hermoso color de tus labios.
¿Qué tan sola te sentís? Cuantos fantasmas recorren tu enferma cabeza para querer desaparecer de este mundo. No seas soberbia, ¿te crees poderosa porque solo podes dominar la muerte, la tuya, verdad? Pensaste alguna vez en lo poderosa que te sentirías viviendo feliz, sin miedo, sin demasiadas complicaciones, sin enfermizos planteos existenciales que no van más allá de vos misma. ¿Quién te hizo tanto mal, quién puso tanto dolor en tu alma, quién raspo tu cabeza con pensamientos autodestructivos, quién sembró en vos misma semillas de odio? Muchas preguntas para que antes de contestar te sientas tan atacada como ofendida, nuevamente te encerraras en una nueva realidad ficticia que no te deje ver, donde solo estés vos con tu maldito y desdibujado reflejo, esperando que alguien desde algún lugar y con el mismo odio que en tu joroba disfrazada de mochila cargas todos los días te separe de este mundo para siempre dejando un lugar vacío en todas las personas que aún todavía te quieren.