sábado, 21 de junio de 2008

Una relación... es eso, ahi te espero


Una imagen que lo dice todo, un canción, un roce.
Un suspiro infinito entre dos cuerpos totalmente extraños, las manos como pidiendo permiso, los labios secos y esquivos, los ojos puestos en la pared, la mente en otro lugar.El segundero del reloj acompaña los movimientos, segundos inciertos en los que dos cuerpos se mimetizan en uno solo, se funden, se entrelazan. Momentos donde todo se esfuma, nada significa tanto en ese momento como él mismo, nada. Sensaciones encontradas, el nombre en vano de Dios, que las voces lo invitan a ser participe que sea testigo, de lo que esta en contra, él o su libro, o su institución.
Nada mejor que la risa picara, la piel chocando con la piel, la tenue luz, que hace brillar los ojos, felices de ver a penas al otro intentando seducir en cada acción a cada instante.
Tantas cosas para decir y el silencio invade las bocas, el sueño irrumpe entre las sabanas.
La conquista de los cuerpos y la sorpresa de lo nuevo forman un éxtasis que se mezcla con hermosos sueños, donde nuevamente, esos cuerpos extraños, ahora separados, se miran, se atraen, se hacen un guiño, se gustan. Ninguno dice que no, no existe histeria alguna que prohíba que otra vez todo pase. Interminables noches en vela haciendo culto a la divinidad de los cuerpos, mintiendo conversaciones, inventando frases, queriendo que el tiempo no termine, riendo llenos de ganas.
Una cena, un rico vino, música hermosa de fondo, una invitación, dos seres, una relación... es eso, así de simple, disfrutémoslo, ahí te espero.