jueves, 30 de junio de 2011

Mi amor no entiende de categorías...



Final del partido y el pitido del arbitro hace estallar en llanto a muchos.
Entre el canto y con el corazón estos incondicionales hinchas, la mejor hinchada de todas, aplaudió, grito y canto como si nada hubiese pasado.
Las manos agarradas al alambrado, la garganta roja de gritar por nuestros colores por defender esa extraña sensación de sentirse parte, de sentirse dueños de una parte de este Gimnasia querido.
Esta vez no fue como las dos anteriores, esta vez fue cruel y la azarosa suerte hoy no estuvo con nosotros.
Me emociona el canto incansable de la gente entre las lagrimas y el dolor, buscando esquivar mentalmente un año futbolístico en otra categoría y viéndonos festejar la vuelta, copando nuestro querido bosque, teñido de alegría y lejos de la tensión y el nerviosismo al que nos habíamos acostumbrado.
Gimnasia es así, quiero a mi Gimnasia donde se merece, no espero otra cosa que volver a festejar, gritar un gol, cantar, gritar, alentar y sentirme parte de las 11 personas que entran a la cancha a representar toda esta pasión que a mucho se les hace muy difícil entender.
Hoy más de Gimnasia que nunca. Fuerza Triperos!!!