lunes, 20 de octubre de 2008

Tatuar tu camino

Lagrimas amargas expulsadas por el miedo, por la angustia, por la soledad de este instante.
Un personaje que no encuentra su historia, su lugar, su realidad.
Los días transcurren y cada efímero momento observas como los caminos que intentas recorrer se cierran, se dividen, se cortan y en medio del laberinto otra vez la oscuridad, el miedo, los recuerdos, aquellos malos pensamientos que nublan los ojos y la ausencia del abrazo, esa bendita soledad que atormenta tu vida, que no deja vivir tranquilo a este personaje que muchas veces sin pisar el piso, busca bajarse de la rutina de recorrer todos los días los mismos caminos.
Un camino cónico, sin sentido, las dudas existenciales como bandera, insultando las vulgaridades de no saber tomar las decisiones correctas en los momentos de pánico. Escapar de aquellos alambres que lastiman, que cortan, aprisionan re hace difícil porque uno mismo realiza las ataduras y se ata donde más duele, lugares donde te quita la movilidad, la forma, las ideas, las ganas.
Correr sin dirección, escapar sin saber de que, esconderse, ¿de quién?...
Llorar sin parar, las noches largas de insomnio, recorriendo lindos y hermosos sueños que combatan los traumas causados por seres que equivocadamente por momentos domaron las riendas de nuestros destinos, haciéndonos disfrazar de fantasmas deformes sin autenticidad.
Para terminar este arrebato de tu tiempo te invito a pasear, los viajes de a dos te van a distraer y prometo que te vas a reír. Recorre lugares que no recorriste, madura aquellos problemas, y de esa manera podrás observar aquellos caminos que creíste cerrado, como se convierten en sueño, diagrámalos, toma impulso, mira bien donde pisas, pisa con firmeza, dejá la inercia atrás, volve a tomar impulso y salta al vacio, donde se entrelazan en un vuelo de dulzura las mariposas que desparraman el polen de las flores que de joven sembró este triste personaje cuando todavía mostraba los dientes al sonreír, que busca encontrar su destino, aquel que dibujo cuando solo era un joven, una joven persona que lo único que buscada era, ser feliz.

Muñecos de trapo


Miro pasar las horas en el reloj y me mato pensando que hay de cierto en todas las palabras que tu boca desparraman en el aire. Un leve miedo, si queres lo podemos llamar hasta miedo escénico se me plantea al escucharte. Me redescubrís desde un lugar y una obra que ya la actué y no recibió aplausos, fue un fracaso. Y la escena trágica la vivo todos los días, mi corazón es como una bóveda, mi cuerpo guarda la llave como lo hacían antes los viejos carceleros que prometían que el delincuente no saldría nunca de esa celda. Tu excelente actuación me persuade, me tentas. Esta vez no soy yo el director del la película, me manejas como a una marioneta que es obligada actuar obras que su personaje esta predeterminado a realizar. Me considero un muñeco de trapo tan maltratado, mal querido, abandonado solo en un viejo baúl.
Con un lápiz de color le dibujas a este muñeco triste una nueva sonrisa, lo vestís, lo invitas a salir del tenebroso y sucio baúl para actuar una obra mucho más feliz que todas las anteriores. Mi experiencia me hace tomar todos los recaudos posibles a la hora de salir a escena para que hoy seas vos quien me aplauda y me acompañes a reír y a entretejer nuevas historias. Mis miedos te los presento, los miras indiferente, me abrís tus brazos que sin el arnés en tus manos que maneja la marioneta dejas que el muñeco triste actué por si solo. El muñeco con una mueca en el rostro entre felicidad e incertidumbre levanta la cabeza y sabe que puede volver actuar una vez como protagonista de esta obra que vos planteas. Sin monólogos, sin absurdos ejemplos dejas hablar a esta persona que un día casi sin querer cayo en tu vida para hacerte vivir un cuento distinto.
Sigo mirando el reloj inventando un cuento que no tenga final, quiero imaginar y escribir una historia que no tenga el famoso final feliz o el drama de la triste tragedia. Esta vez no pretendo un final, quiero escribir un guion que de vida a estos dos nuevos personajes que me invitan a volver a soñar. Esta vez vamos a escribir juntos, diagramar los sueños que vivirán estos dos personajes que no quieren un final sino vivir una obra exitosa para ellos dos. Los dos quieren reír, se necesitan, yo te necesito le confiesa el personaje, ella lo mira dudosa. Yo te quiero conmigo y no sé como expresarlo, el baúl me hizo olvidar la letra, espero que seas paciente y aprendas a quererme. No quiero más finales. Hoy escribo para dejar este final abierto esperando tu abrazo, tus besos y escucharte para que otra vez mientras miro pasar las horas pueda hacer soñar a este triste muñeco de trapo que esta vez la transición de la obra y el sentimiento más sano y conmovedor del mundo será aplaudido y acompañado por el dulce encanto de tu sonrisa.

Atardece en ese extraño lugar


La tarde comienza a irse, los colores del atardecer iluminan la terraza, un leve viento sopla un frío que estremece la piel. La fresca primavera nos encuentra juntos mirándonos, encandilados el uno por el otro. Tus suaves modos y la intensa luz de tus ojos me hacé disfrutar de tu compañía, me distiende. Es agradable escucharte y sobretodo verte reír. Me gusta compartir mi tiempo con vos. Dentro de la casa se cocina a fuego lento la comida que tanto tiempo te llevo preparar. El suave gusto del vino acaricia nuestros labios mientras nuestras manos se atan detrás de nuestras espaldas buscando el refugio que ambos necesitamos. Con una liviana frazada tapo tus pies y paso mi brazo por detrás de tu cabeza sosteniéndola mientras atinas a dormirte. Con mi copa casi vacía, te beso el cuello mientras lentamente acaricio tu mejilla. El olor de la cena invade la habitación nos levantamos del sofá donde mágicamente soñábamos el amor. Descalza caminas hacia la cocina, con el pelo suelto y con tu remera que me deja ver tu espalda, veo tu pausado caminar y la hermosura de tu figura que ahora se aleja para luego volver y cumplir con la cita de la cena en casa. El televisor mudo cumple la función que deberían tener las velas sobre la mesa en una velada romántica. La intensa noche brilla por sí misma, la música que me gusta suena desde la pieza mientras te escucho tararear la canción sin conocer la letra.
Es todo tan perfecto para una primera noche que siento que nada puede fallar, no existe nada allá afuera que pueda arruinar este encuentro, esta primera noche tan nuestra como de dueños vacios. Los sentidos se agudizan el calor de nuestros cuerpos nos desnudan y conozco una parte de vos que me fascina, te levantas de la silla, caminas hacia mi, te sentas en mis piernas. Me encanta tu sonrisa. Te seco las lágrimas y te pregunto porque haces que recorran tu rostro. Me miras tan fijo que tus ojos me enamoran, llenos de brillos por esas dos lagrimas que dejaste caer, siguen fijamente mirando los míos, me encanta verte y tenerte conmigo, tu silencio me responde, te beso, me esquivas la boca y me susurras al oído que te bese como a vos te gusta. Mis labios desesperados chocan con los tuyos fundiéndonos en un solo cuerpo, una bella figura iluminada por la luz de la luna que entra desde la ventana que da al patio.
Dos copas vacías sobre la mesa, ropa por todo el suelo, las cortinas de la habitación que dejan entrever el verde del oscuro patio, tu desnudez sobre la mía, tu pelo sobre mi pecho y nuestros sueños juntos descansando iluminados por la tenué mañana que después de una hermosa noche comienza a dibujar los pronósticos que ambos pretendemos el uno para el otro sin que importe demasiado el contexto adverso que nos rodea.

martes, 14 de octubre de 2008

Buscando nuevamente divisar el norte


Cuando con una simple mirada cómplice entre vos y tus cientos de miles de secretos.
Aberraciones que te han llevado, arrastrada de los pelos por fantasmas de un pasado no tan lejano.
Descubrir la luz de la vida te llevará a lugares increíbles, recorda no llevar mucho peso en las maletas, dejá todo atrás que nuevamente comenzas un nuevo viaje.
Atrás quedaron los traumas causados por la principal culpable de todos tus problemas, vos, vos te herís, te lastimaste y dejaste que te lastimaran, sin ningún sentido.
En tus manos tenes un mapa, te propongo que le encuentres un sentido. Una vez que estés preparada el tatuaje de tus manos, te llevarán por lugares donde las siniestras sombras del mal son aplacadas por gigantes de bien, de cuerpo chico y grandes músculos, pintados de muchos colores y llenos de energía para hacer bien a quienes realmente quieran estar bien.
Debes estar acá por algo, algún motivo te trajo hasta aquí. Tus rodillas gastadas la igual que tus manos callosas de dolor, hicieron que tus dulces planes de niña, cayeran a un pozo, en donde vivís y te ocultas hace años, tramando entre tus pensamientos mas frecuentes una dulce venganza contra vos misma.
La posibilidad de que puedas volver a ver es solo una, es tan simple, quítate de encima todo la densa carga que traes encima respira profundo y abrí los ojos.
Las manecillas de tu reloj se detuvieron en el limbo, donde sola luchaste hasta perder, con los fantasmas de la ausencia, del coraje, del sufrimiento y nada después de eso nunca volvió hacer igual.
Cuando tengas un tiempo te invito a que te enfrentes de nuevo, sin miedos, sin palabras difíciles y con ganas de esta vez salir victoriosa, ya no más monstruos defectuosos que nublen tu vista hasta dejarte ciega, no más charlas solitarias donde la ansiedad y el descontento te siembran sentimientos de culpa, reproches y preguntas sin respuestas.
Basta ya de temer, move tus labios, úsalos y grita a quienes atormentan tu ser, tu mente.
Basta ya de perturbar tu cabeza con culpas, con imposiciones que no te llevan a ningún lado.
Comenzá de nuevo, ponte de pie, camina, conversa, sé. Hoy tus manos desdibujadas te piden que les dibujes un nuevo mapa, que les cuentes otra historia, que sean invitadas a caminar acompañadas, que ya no sean dos, sino cuatro quienes dibujen este nuevo trayecto, donde esta vez el final de la historia, sea un final feliz.

viernes, 3 de octubre de 2008

Sin coraje


Desde que lugar siniestro me miras. Tus deseos de amor son tan temibles como tu oscura curiosidad por morir de a poco.
Todos los días morimos como también vivimos cada vez más metidos en lugares que conocemos y desarrollamos a razón de las horas, de los días, del tiempo.
Te fijas en mi, me miras desde no se bien que lugar, no hablas. Solo te expresas para escapar del encierro de tu alma que atormentaste más de una vez, sin aprender, sin dejar cicatrizar, sin madurar las perdidas, el dolor, la inconciencia de no saber para donde se dirige la brújula de tu vida. Puedo escucharte y ser paciente, todo el tiempo que necesites, tenés toda la libertad conmigo de ser quien quieras ser, quien debas ser.
Tu tristeza interior y tus ganas desmesuradas de reír, me cuentan mucho de vos, me da mucha ternura cuando reís y me llenas de dulzura.
Sin darme cuenta cada vez que estoy de espalda a vos tu mirada es una daga que me acuchilla sin sentido, tenés miedo, tenés un miedo de esos que se notan en el espacio, se percibe en el ambiente tu miedo a valla saber que cosa, me gustaría saber, sin intrometerme demasiado.
Hoy se que puedo teñir hasta el más tenebroso deseo en algo lleno de luz, de color, de vida y de risa. La vida es complicada cuando los obstáculos se presentan a través de terceros que impiden el camino lizo, llano, cuando la enfermedad se encuentra en los cuerpos de los seres que uno quiere. Uno debe ser conciente de eso, uno no puede complicarse la vida por motu propio, uno debe vivir intentando lo mejor para uno y para cada uno que nos rodean, uno no se puede enfermar en contra de si mismo, uno no puede ocultarse detrás de una mascara, todo el tiempo, porque el tiempo se consume, la vida es tiempo y no podes dejar de vivirla, porque es una, ni el más peligroso deseo de muerte puede opacar tu vida, tu sonrisa, el brillo de tus ojos y el hermoso color de tus labios.
¿Qué tan sola te sentís? Cuantos fantasmas recorren tu enferma cabeza para querer desaparecer de este mundo. No seas soberbia, ¿te crees poderosa porque solo podes dominar la muerte, la tuya, verdad? Pensaste alguna vez en lo poderosa que te sentirías viviendo feliz, sin miedo, sin demasiadas complicaciones, sin enfermizos planteos existenciales que no van más allá de vos misma. ¿Quién te hizo tanto mal, quién puso tanto dolor en tu alma, quién raspo tu cabeza con pensamientos autodestructivos, quién sembró en vos misma semillas de odio? Muchas preguntas para que antes de contestar te sientas tan atacada como ofendida, nuevamente te encerraras en una nueva realidad ficticia que no te deje ver, donde solo estés vos con tu maldito y desdibujado reflejo, esperando que alguien desde algún lugar y con el mismo odio que en tu joroba disfrazada de mochila cargas todos los días te separe de este mundo para siempre dejando un lugar vacío en todas las personas que aún todavía te quieren.